Esta tarde se llevó a cabo la procesión de los 133 cardenales electores desde la Capilla Paulina hacia la Capilla Sixtina, donde realizaron el juramento en latín sobre el Evangelio. Posteriormente, el maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, Mons. Ravelli, pronunció el “Extra Omnes”.
Ven, Espíritu Creador, visita vuestras mentes…
La antigua invocación al Espíritu Santo acompaña la marcha de los cardenales. Se cierra el acceso al exterior, resguardados por los frescos de Miguel Ángel, y se dejan los teléfonos en Santa Marta. Los cardenales, reunidos en Roma para elegir un nuevo Papa, se sitúan lado a lado, pero en soledad ante Dios, para decidir quién guiará la Iglesia católica universal.
“Un Papa pastor, constructor de puentes, maestro de humanidad y rostro de una Iglesia samaritana” es el perfil que definieron los cardenales en la última congregación general, subrayando la necesidad de continuar con las reformas iniciadas por Francisco.
La votación tiene lugar bajo las bóvedas ornamentadas con escenas del Juicio Final, con todo dispuesto desde ayer: bancos de cerezo con los nombres de los electores, manteles carmesí, sillas de terciopelo y todo lo necesario para el proceso electoral.
La procesión hacia la Capilla Sixtina
Pasados unos minutos de las 15:45, los cardenales salieron de la Domus Sanctae Marthae, donde se hospedan durante el Cónclave, para dirigirse al Palacio Apostólico. Juntos oraron en la Capilla Paulina y caminaron la breve distancia hasta la Capilla Sixtina, acompañados por las Letanías de los Santos. Una fila de hábitos corales avanza, con excepciones como los hábitos negros de los cardenales de rito oriental y el hábito blanco del cardenal dominico Timothy Radcliffe.
Algunos cardenales son ya rostros familiares mediáticos, mientras otros permanecen menos conocidos. El votante más joven tiene 45 años, el ucraniano Mykola Byčok, y el mayor, Carlos Osoro Sierra, arzobispo emérito de Madrid, de 79 años. Este es el Cónclave más concurrido y diverso de la historia, con votantes de 70 países y diferentes comunidades.
El juramento de los cardenales
En la Capilla Sixtina, los cardenales se reúnen en el mismo orden que en la procesión. El primero es el cardenal diácono George Koovakad y el último el cardenal obispo Pietro Parolin. El juramento se realiza en orden inverso, comenzando con Parolin, quien pronuncia la introducción en latín, seguido de cada cardenal que jura en el Evangelio.
“Fuera de todo”
El ritual del Extra Omnes, pronunciado por Mons. Diego Ravelli, indica el cierre de las puertas de la Capilla Sixtina, vigiladas por guardias suizos. Son las 17:46 y han pasado 12 años desde la última vez que se escuchó esta fórmula.
Aparte de los electores, solo permanecen en la Capilla el Maestro de Celebraciones y el padre Raniero Cantalamessa, quien ofrece una meditación para ayudar a los cardenales a reflexionar sobre su crucial tarea: actuar con rectitud y buscar la voluntad de Dios.
Después de la meditación, Ravelli y Cantalamessa abandonan la Capilla y el cardenal Koovakad cierra las puertas. Con un estallido, se pronuncia el “¡Todos fuera!”.
Mientras tanto, una gran multitud se ha congregado en la Plaza de San Pedro, observando la chimenea de la Capilla Sixtina, preparándose para uno de los momentos más significativos en la vida de la Iglesia: la elección del Papa. Entre los 133 cardenales, la identidad del nuevo pontífice será revelada muy pronto.
Con Información de desenfoque.cl