A nivel local, el informe subraya que la actividad económica ha presentado un dinamismo mayor al anticipado en los primeros meses del año, impulsada en parte por factores transitorios que se espera se disipan en el transcurso del año.
Respecto a la inflación, el IPoM indica que ha disminuido según lo previsto, y los riesgos al alza que emergieron en la primera parte del año se han moderado. Además, se destaca que la inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles, ha caído más rápido de lo esperado.
En conjunto, el escenario central de proyecciones no presenta cambios significativos con respecto a lo previamente estimado en el IPoM anterior. Se sigue proyectando que el crecimiento de la actividad se mantendrá alrededor de su tendencia en los próximos trimestres. Como resultado del mejor inicio de año, el banco central estima que la economía chilena crecerá entre 2% y 2,75% este año, en comparación con la anterior estimación de 1,75%-2,75% en marzo.
Asimismo, el organismo prevé que la inflación converja hacia su meta del 3% en la primera mitad del próximo año. Este análisis considera, por un lado, que ciertos desvíos en el comercio reducirán los precios de algunos productos importados por Chile, y por otro, una demanda interna algo más dinámica, complementada por niveles del tipo de cambio real más depreciados durante el horizonte de proyección. Así, se espera que la inflación subyacente se sitúe alrededor del 3% en la última parte de 2025.
Actividad económica en un entorno internacional incierto
El IPoM de junio señala que en el primer trimestre la actividad chilena superó las expectativas, en gran parte gracias al rendimiento de los sectores exportadores, destacándose el aporte de la producción de frutas, la industria y la pesca. Asimismo, varios sectores de servicios y el comercio se beneficiaron de un incremento en la llegada de turistas extranjeros.
No obstante, los últimos Imacec mostraron una cierta reversión en factores de oferta, aunque los sectores de servicios continuaron mostrando dinamismo.
Respecto a la demanda interna, esta se comportó como se esperaba, aunque con resultados variados. El consumo privado, especialmente en bienes, volvió a crecer en el primer trimestre, aunque con diferentes dinámicas en los principales fundamentos del gasto.
Por otro lado, la formación bruta de capital fijo (FBCF) tuvo un desempeño débil durante el primer trimestre, con una variación trimestral nula a inicios de 2025 en sus componentes de maquinaria y construcción, aunque con diferencias importantes entre sectores. La inversión minera sigue destacándose frente a la debilidad de otros rubros. Sin embargo, los indicadores adelantados indican un impulso mayor en la inversión hacia el futuro.
La mayor parte de los ajustes en las proyecciones de este IPoM se deben a factores internos. El rango de crecimiento del PIB para 2025 se revisa a 2,0-2,75% (frente a 1,75-2,75% en marzo), gracias al mejor desempeño observado al inicio del año.
Es importante señalar que, a medida que avanza el año y se obtiene información más precisa, el Banco Central ajusta el rango de estimación del PIB en 0,25 puntos porcentuales, lo que reduce el rango total de 2025 de 1 punto porcentual a 0,75 puntos porcentuales.
Para 2026 y 2027, los rangos de crecimiento del PIB se mantienen en 1,5-2,5%, tomando en cuenta el deterioro del contexto externo y las perspectivas más positivas para la FBCF.
El segundo Informe de Política Monetaria de este año también señala un incremento significativo en la incertidumbre global, principalmente por las tarifas arancelarias anunciadas el 2 de abril por el gobierno de Estados Unidos, que han pasado por un proceso errático y cambiante.
El IPoM destaca que la reacción de los mercados financieros internacionales ha sido atípica ante un aumento de la incertidumbre, ya que se ha incrementado el riesgo de los activos estadounidenses, mientras que las condiciones financieras en países emergentes, incluido Chile, han evolucionado de manera más favorable. Hasta el momento, esta situación no ha tenido un impacto significativo en nuestro país.
El informe incluye recuadros que evalúan el impacto de la guerra comercial en la economía, estimando un efecto negativo en el PIB de aproximadamente 0,3 puntos porcentuales para el período 2025-2027. También se espera una variación de -0,3 puntos porcentuales en la inflación durante ese mismo período, debido a los efectos de desvíos comerciales, lo que en el caso de Chile se traduce en una mayor oferta de productos importados por las dificultades para acceder al mercado estadounidense.
Recientemente, se ha intensificado el conflicto militar en Medio Oriente, aunque se desconoce su alcance y su posible impacto en la economía global y chilena. Este evento empezó a cobrar relevancia después del cierre estadístico del informe —el 11 de junio—, por lo que sus efectos no se han considerado en el escenario central de proyecciones.
Inflación y Política Monetaria
El informe subraya que el panorama inflacionario ha evolucionado de acuerdo a lo previsto, con una trayectoria de la inflación subyacente (excluyendo los elementos volátiles) que ha sido más favorable de lo anticipado.
Los riesgos al alza para la inflación, que se habían manifiestado en la primera parte del año, se han ido moderando. Las expectativas de inflación a dos años plazo se han alineado nuevamente con la meta del 3%. Además, no se observan efectos de segunda vuelta de los shocks de costos previos que superen las expectativas.
Se anticipa que la inflación alcanzará el 3% anual en la primera mitad de 2026.
El informe menciona que, si se materializa el escenario central del IPoM de junio, en los próximos trimestres la Tasa de Política Monetaria (TPM) se irá acercando a sus niveles neutrales. El Consejo considerará los próximos movimientos de la TPM en función de la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la convergencia inflacionaria.
Con Información de desenfoque.cl