Identificación y medidas preventivas de la hernia discal lumbar.

La hernia lumbar es un problema que impacta a una gran parte de la población, especialmente a aquellos que desempeñan trabajos físicamente demandantes. Descubre los tratamientos más eficaces y las medidas para prevenir esta dolorosa condición.

La hernia discal lumbar es una patología que no discrimina y ha afectado a diversas personalidades del cine y el deporte, tanto a nivel nacional como internacional. Figuras como Bono, el cantante de U2, los actores George Clooney y Harrison Ford, el exfutbolista Mauricio Pinilla y el comediante Dino Gordillo han enfrentado esta dolencia con resultados diversos.

Las hernias lumbares son una de las alteraciones de la columna más común en el país, con una incidencia que afecta entre el 2% y el 3% de la población. Esta afección es especialmente habitual en personas de 30 a 50 años que realizan trabajos físicamente exigentes, como levantar objetos pesados o empujar cargas, siendo los hombres ligeramente más propensos que las mujeres.

¿Qué es una hernia lumbar?

Una hernia lumbar es una lesión que ocurre cuando parte del núcleo pulposo de un disco intervertebral se desplaza y presiona las raíces nerviosas, lo que puede ocasionar dolor en la zona lumbar que a veces se irradia hacia las piernas.

El Dr. Gabriel Garmendia de Clínica CRL apunta que «quienes llegan con hernias lumbares suelen sentir un dolor crónico localizado en la región lumbar, que en ocasiones se intensifica y puede generar también dolor irradiado, así como hormigueo o adormecimiento en las extremidades inferiores».

«Para diagnosticar una hernia lumbar, es fundamental realizar un estudio de imagen, como una resonancia magnética, que permita detectar cualquier lesión en el disco intervertebral. Si la hernia no provoca síntomas, el tratamiento inicial se centra en la kinesiología con ejercicios de fortalecimiento muscular para disminuir el riesgo de progresión de la lesión», añade.

Tratamientos para aliviar el dolor

El Dr. Garmendia explica que «en la mayoría de los casos, el tratamiento debe seguir un enfoque que vaya de lo más conservador a lo más invasivo; comenzando con kinesiología, seguido de infiltraciones como la Ozonoterapia, y si el dolor continúa, se considera la opción quirúrgica».

La Dra. Daniela Cuadra, también de Clínica CRL, sugiere la Ozonoterapia en estos casos. «Es un potente antiinflamatorio y analgésico que ayuda a disminuir el dolor y la inflamación en la región lumbar al eliminar radicales libres y el proceso oxidativo relacionado con la inflamación».

«Además, su uso es seguro, ya que se realiza con agujas muy delgadas de forma ambulatoria, sin necesidad de que el paciente se prepare previamente, y no interfiere con otros tratamientos que se estén llevando a cabo», concluye la Dra. Cuadra.

La prevención de estas condiciones es esencial e incluye mantener un peso saludable, practicar ejercicio regularmente, dejar de fumar y adoptar posturas adecuadas en el trabajo, especialmente en tareas que impliquen levantar cargas o permanecer sentado durante largos períodos.

Con Información de chilelindo.org

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