Durante el verano, la exposición a insectos y arañas se incrementa debido a la mayor actividad al aire libre. Una académica de la UTalca ofrece consejos para prevenir infecciones y saber cómo actuar en caso de emergencia.
En esta temporada, las picaduras de abejas, arañas de rincón, tábanos y zancudos son las más comunes. Conocer las medidas de prevención, cómo reaccionar ante un incidente y evitar infecciones es fundamental para disfrutar del verano sin riesgos.
Pamela Cuevas, académica del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Talca, enfatiza que al sufrir una picadura, lo primero que hay que hacer es limpiar bien la zona afectada con agua y jabón, y aplicar frío si es necesario. Además, es crucial no rascarse la piel.
“Es normal que uno se rasque inconscientemente, pero si se rasca excesivamente, se corre el riesgo de romper la piel y provocar una infección”, advirtió la especialista.
También, la académica señala que después de una picadura debemos estar alerta a síntomas como fiebre, náuseas, mareos, dolor de cabeza o molestias intensas más allá de la picadura. “En esos casos, es importante consultar a un médico”, resaltó.
La experta explicó que en situaciones más severas, una picadura puede causar una reacción alérgica grave conocida como anafilaxia, que puede afectar a personas que no sabían que eran alérgicas, por ejemplo, a una picadura de abeja.
“Estas reacciones son serias. Pueden incluir dificultad para respirar, hinchazón de labios y lengua, erupciones cutáneas, pérdida de conciencia, vómitos y/o diarrea. Cualquiera de estos síntomas requiere atención urgente”, subrayó.
Para evitar picaduras, la académica de la UTalca sugiere inspeccionar cuidadosamente espacios pequeños y oscuros donde podrían habitar arañas de rincón. También es importante limpiar y ventilar cabañas, usar mosquiteros, elegir ropa de manga larga y aplicar repelente si es necesario.
Con Información de www.adprensa.cl