Estudio sobre la pre-mitología de los Karukinkos según Pedro Prado.

Aquí tienes el contenido reescrito:

El distinguido artista gráfico ha presentado sus nuevos personajes en la renombrada Feria Internacional de la Bande Dessinée en Angouleme, Francia, mientras ajusta los detalles para la impresión y el lanzamiento del primer volumen de una saga que promete aventurar la imaginación a partir de una investigación meticulosa.

A pesar de que muchos estudios apuntan al exterminio total de la etnia selk’nam, provocado por colonos blancos en Tierra del Fuego, la realidad es que desde hace más de una década aparece en los censos de Argentina y Chile un número significativo de personas que se identifican como parte de esta etnia. Organizados, se esfuerzan por recuperar lo que pueden de su cultura y revitalizar su lengua. Además, Chile, a través de la Ley N° 21.606 de 2023, los ha reconocido oficialmente como un pueblo originario vivo. Una de estas comunidades, Telkachery, respaldó al ilustrador Pedro Prado (53 años, arquitecto y novelista gráfico) en su proyecto de financiación a través del Fondo del Libro para la edición del cómic «Los pequeños karukinkos. Una mitología fungi del sur del mundo».
La obra es el resultado de años de investigación y presentaciones de sus personajes. Con el apoyo recibido, planea lanzar el primer tomo de esta saga en la próxima Feria del Libro de Santiago 2025 (Filsa), bajo el sello de su editorial Petroglifo.
Paralelamente al creciente reconocimiento de la cultura selk’nam, también ha surgido un fenómeno de apropiación cultural que utiliza sus elementos ceremoniales en objetos descontextualizados, como pijamas y disfraces. Sin embargo, Prado busca un acercamiento diferente: une investigación y fantasía para crear sus historias, evitando así cualquier apropiación indebida.
—Mi propuesta es diseñar e ilustrar basándome en una investigación de campo, conversando con agentes culturales, explorando lugares relevantes y dialogando con investigadores— explica. Y su práctica respalda este enfoque.

Esto lo demostró con su saga de novelas gráficas sobre la matanza de obreros en la Escuela Santa María de Iquique (21 de diciembre de 1907), a pesar de que se basa en la novela de Hernán Rivera Letelier «Santa María de las flores negras». Su rigor le ha valido el reconocimiento de IBBY (Organización Internacional para el Libro Infantil y Juvenil), que le ha otorgado la Medalla Colibrí a la mejor novela gráfica en dos ocasiones: en 2015 por «La marcha ha comenzado», la primera entrega de esta serie, y el año pasado por «Santa María 1907 – La conjura contra la rebelión», que también recibió el premio a la Mejor Novela Gráfica del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (Mincap) en 2024.

—La investigación me permite revitalizar la historia e iconografías, siempre validando desde la perspectiva de los propios protagonistas, especialmente cuando se relaciona con pueblos originarios. Mi metodología se basa en la observación de la realidad como punto de partida para descubrimientos que enriquecen mi obra— enfatiza.

Su trabajo se fundamenta en la creencia de que el artista debe abordar grandes temas sociales: igualdad de géneros, respeto por las diferencias y derechos humanos, particularmente los de niños y niñas.

Imaginando para llenar un vacío

Retornemos al sur y a los personajes creados por Pedro Prado: ideó a los karukinkos como pequeños seres primitivos de Tierra del Fuego, presentes mucho antes de la llegada de los humanos, tomando el nombre original de la región, Karukinka, en lengua fueguina.

-En la creación de los Karukinkos, investigué exhaustivamente y hablé con Margarita Alvarado, experta en fotografía histórica. Estudié profundamente la ceremonia de iniciación del Hain, que es sagrada para los selk’nam y onas. A los jóvenes en la ceremonia se les dice que deben engañar a las mujeres, haciendo creer que son deidades— resalta.

Con el transcurrir de su investigación, Prado se dio cuenta de que los selk’nam, de manera consciente, habían creado esa mitología. Sin embargo, queda el misterio de los elementos que la componen.

—No quería meterme de lleno, pero esta mitología es tan fascinante. Así que planteé la siguiente cuestión: ¿de dónde sacaron las máscaras, los trajes y la estética? Este es un misterio que da lugar a la idea de una mitología imaginaria. Imagino que, de niños, vieron seres diminutos que los acompañaban en estos misteriosos bosques— comenta.

Con esa idea en mente, desarrolló personajes para una guía educativa que ni siquiera tenían nombres, solo eran seres que presentaban algunas letras recortables.

– Agregué un componente actual en esta representación. No soy arqueólogo, pero a partir de ciertos descubrimientos, pensé en crear algo que resonara con los niños de hoy. Después de completar ese proyecto, el relato emergió como un impulso para crear esta pre-mitología: una diversidad de seres que han habitado desde tiempos inmemoriales los bosques de Tierra del Fuego.

Aunque estaba atravesando una etapa difícil en su vida, cada mañana se dedicaba a crear imágenes sin bocetos previos.

-A través de la investigación, necesité conectar con la ternura. Quería crear imágenes lo más dulces posibles. Intentaba distanciarme de la tragedia de Santa María y de la matanza; aunque mis dibujos hablaban de un pueblo casi exterminado, buscaba ir más allá de esos recuerdos tristes.

Pensé: “¿Y si nos enfocamos en el origen de esta rica cultura, en esos seres que habitaron los bosques? Pasé de la tragedia hacia la belleza, el ecosistema profundo de los selk’nam, cambiando la narrativa de selk’nam/matanza a selk’nam/belleza, selk’nam/amistad”.

Descubriendo un paisaje mínimamente explorado

En el primer tomo, se presentan personajes como Kloten, Kuarr, Kai, Jalch, Mankaken, O’hei, Shetel y Oni, entre otros Karukinkos. Sus nombres, aunque no son reales en el idioma selk’nam, están inspirados en las lenguas fueguinas. En esta primera entrega, inician un viaje hacia lo más profundo de la isla, tras la llegada de los humanos.

-Este es solo el comienzo de un extenso viaje, ya que siempre estarán en movimiento. Si dejo de dibujarlos, será porque su viaje terminó en el sureste de Tierra del Fuego. Imagínate cruzar la isla a través de estos seres. Aunque la historia es antigua, quiero que comience con la visión futurista de Kloter, el protagonista. Mi propósito es que los niños sientan que estos seres aún habitan en lo profundo de Tierra del Fuego.

Visualmente, el recorrido está repleto de dibujos de la naturaleza local, estudiada en profundidad por Prado. Realizó un registro fotográfico utilizando un lente macro para capturar la vegetación de las estepas, y para entender la escala de los personajes respecto al mundo vegetal, imprimió uno de ellos en 3D y lo colocó en diversas locaciones para su registro.

-Para dibujar a tal escala, la geografía resulta complicada. Los Karukinkos habitan en el bosque y, aunque observamos grandes árboles, no percibimos las montañas. Desde una perspectiva teórica e investigativa, también incorporé la prominente presencia del reino fungi, donde busqué mostrar la antigua existencia de los seres que creé. Este reino es uno de los más antiguos y misteriosos de nuestro planeta.

Los Karukinkos han sido presentados en Chile y en el Festival Internacional de la Bande Dessinée de Angouleme, el más prominente en su género a nivel mundial. Además, Pedro Prado ha estado presente en las delegaciones chilenas desde 2018, con proyecciones para 2025, seleccionadas por ProChile y el Mincap. Sin embargo, para conocerlos en profundidad, habrá que esperar.

Con Información de pagina19.cl

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