Estudio revela el nivel de conocimiento sobre la Antártica

  • Recientemente, un estudio científico publicado en la revista Science y liderado por el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) en conjunto con el Instituto de Investigación en Cambio Global de la Universidad Rey Juan Carlos (IICG-URJC), ha revelado que, a pesar de que se ha logrado avanzar en el conocimiento de la biología de los vertebrados, existe todavía un significativo desconocimiento sobre la biodiversidad y el funcionamiento de los ecosistemas terrestres.

De los casi 14.000.000 km² que abarca la Antártida, hay muy poca información disponible. Este desconocimiento convierte a este continente helado en un verdadero enigma en cuanto a su ecología y evolución.

El estudio titulado “Avances y deficiencias en el conocimiento de la biodiversidad terrestre antártica”, publicado en la revista científica Science, evidencia que, aunque se cuenta con información sobre la biología de los vertebrados marinos que habitan en las costas, como pingüinos y focas, persiste una falta de conocimiento sobre gran parte de la diversidad y el funcionamiento de los ecosistemas terrestres.

La investigación, encabezada por el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y el Instituto de Investigación en Cambio Global de la Universidad Rey Juan Carlos (IICG-URJC), subraya la necesidad de estandarizar metodologías, integrar datos y mejorar la accesibilidad a la información.

Un conjunto de académicos internacionales participó en este estudio, que buscó identificar las lagunas en el conocimiento sobre la biodiversidad antártica, entre ellos el Dr. Luis R. Pertierra, quien lideró la investigación. También colaboraron la Dra. Juliana Vianna, académica de la UC y directora alterna del Instituto Milenio Centro para la Regulación del Genoma (CRG), el Dr. Peter Convey del British Antarctic Survey, y el Dr. Steven L. Chown de la Universidad de Monash.

Entre los autores se encuentra Andrés Barbosa, un destacado miembro del Comité Científico para la Investigación en la Antártica (SCAR), quien falleció hace dos años y a quien se dedicó esta investigación.

“Este estudio nos ofrece, por primera vez, una visión integral del conocimiento ecológico de todo un continente, sentando las bases para aplicar este tipo de investigaciones en Europa y otros territorios con mayor complejidad. Esto implica conocer qué sabemos y qué nos falta por descubrir”, manifestó el Dr. Luis R. Pertierra.

Se recopiló información de las principales bases de datos globales sobre biodiversidad, como GBIF y GenBank, de las cuales se identificó que, entre casi 400 especies animales, solo una veintena de vertebrados son ampliamente conocidos, mientras que el conocimiento sobre invertebrados es escaso pero en aumento. Además, se comprobó la existencia de más de 2.000 especies de fauna, microbiota y flora terrestre en un territorio que parece ser únicamente “cubierto de hielo”.

“El conocimiento sobre vertebrados supera al de invertebrados, pero hay áreas de estudio, como las interacciones ecológicas, donde hay una falta de investigaciones en varios grupos taxonómicos”, aclaró la Dra. Juliana Vianna. La académica de la UC agregó que “durante muchos años hemos analizado datos y trabajo con investigadores de diferentes grupos taxonómicos para evaluar las líneas principales de investigación. Estos vacíos de conocimiento, que llamamos shortfalls, nos han permitido identificar qué grupos y áreas han sido más investigadas, cuáles tienen más información y cuáles menos”.

El estudio también puso de manifiesto que existe una gran falta de información sobre los rasgos funcionales de la mayoría de las especies, lo que complica la comprensión de cómo se adaptan a condiciones extremas. En cuanto a la flora, se dispone de más información acerca de su distribución gracias a las mediciones satelitales, pero aún hay carencias en áreas como sus relaciones evolutivas o interacciones. El desconocimiento sobre microorganismos es aún mucho más amplio.

“Los recientes estudios sobre el funcionamiento y los flujos de nutrientes en comunidades de microorganismos, así como su movilidad entre diferentes zonas, ofrecen pistas sobre cómo se desarrolla la vida microscópica en un clima tan extremo”, agregó Antonio Quesada, investigador de la Universidad Autónoma de Madrid.

El trabajo resaltó que el desequilibrio en el conocimiento de tantos organismos impide entender cómo se llevan a cabo los procesos ecológicos en la Antártida, una información crucial para guiar medidas de conservación, especialmente en el contexto del cambio climático.

Con Información de www.adprensa.cl

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