El Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza declara que el modelo forestal chileno infringe los Derechos de la Naturaleza y los derechos bioculturales del Pueblo Mapuche.

 

El Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza ha dado a conocer su esperado veredicto sobre el modelo forestal de la región del Biobío en Chile. Esta decisión, resultado de su 11° Tribunal Local celebrado el 12 de enero de 2024 en Concepción, condena el modelo forestal chileno como una grave violación de los Derechos de la Naturaleza, destacando los daños irreversibles causados a los ecosistemas, a las comunidades locales y al Pueblo Mapuche.

Dirigido por el abogado ambientalista argentino Enrique Viale, con la participación del Fiscal de la Tierra, Ricardo Frez, y la Secretaría a cargo de Natalia Greene, el Tribunal se centró en las devastadoras consecuencias del modelo de extracción forestal y los incendios de 2023, que destruyeron más de 479,000 hectáreas en la región. Durante la audiencia, un importante panel de jueces, que incluía a Jacqueline Arriagada, Karina Riquelme, Lucio Cuenca, Antonio Elizalde y Claudio Donoso, escuchó testimonios impactantes y evidencia contundente de expertos, líderes comunitarios y representantes indígenas que reflejaron el impacto catastrófico de este modelo forestal.

Este veredicto se presentó oficialmente a las organizaciones locales que solicitaron la intervención: ONG We Kimun, Entramas por el Biobío, Red por la superación del modelo forestal, Coordinadora Nahuelbuta, ONG Defensa Ambiental, El Resumen y el Pueblo Mapuche Pewenche.

Un día antes de la sesión, los jueces realizaron una visita al territorio, explorando lugares como Agua Amarilla, Coroney, Cerro Neuque, Bosque de Queules en la comuna de Tomé, y Patagual, Quetra y la Quebrada en Santa Juana. Durante esta visita, dialogaron con afectados, comunidades y juntas de vecinos, constatando los monocultivos forestales y los efectos del modelo forestal y los incendios en la vida de las personas y la Naturaleza. También visitaron una reserva de Queule, donde observaron la resiliencia de este y otros árboles nativos como el Quillay, que resistieron el fuego, y ejemplos de manejo sostenible que protegen pequeños refugios de vida.

 El Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza determinó que el modelo forestal chileno infringe gravemente los derechos fundamentales de la Naturaleza y los derechos bioculturales del Pueblo Mapuche. Basándose en la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra, el Convenio 169 de la OIT y otros instrumentos internacionales, el Tribunal identificó una serie de violaciones sistemáticas, entre las que se destacan la degradación de ecosistemas críticos como las cuencas hidrográficas del Biobío y la Cordillera de Nahuelbuta, así como la pérdida de biodiversidad nativa debido a la expansión de monocultivos forestales. Estas acciones fueron calificada como crímenes de ecocidio y etnocidio, dado su impacto irreversible en el agua, fundamental para la vida y salud, y en la biodiversidad y su capacidad regenerativa.

Además, identificó a las empresas forestales Arauco y CMPC como responsables directos por mantener prácticas de explotación insostenibles que han llevado a la deforestación masiva y la contaminación del agua. Igualmente, responsabilizó al Estado chileno por su papel activo y negligente al priorizar políticas públicas que favorecen intereses corporativos sobre la justicia ambiental y comunitaria.

El Tribunal declaró al río Biobío, al árbol Queule y a la Cordillera de Nahuelbuta como sujetos de derechos, subrayando su importancia ecosistémica, cultural y espiritual para las comunidades locales y el Pueblo Mapuche. Como medida de reparación, instó al Estado chileno a implementar un plan integral de restauración para los ecosistemas afectados, garantizar la consulta y participación de los pueblos indígenas, revisar su legislación ambiental y establecer una moratoria sobre la plantación de especies invasoras. Llamó también a las empresas forestales a respetar los derechos colectivos de las comunidades, en consonancia con el Acuerdo de Escazú.

Para leer el veredicto completo, puede hacer click aquí.

 Los efectos del modelo forestal chileno reflejan un patrón de explotación extractivista que afecta a diversas regiones de América Latina. Países como Argentina, Brasil y Uruguay enfrentan problemas similares, donde el monocultivo de especies exóticas, como el pino y el eucalipto, ha llevado a la degradación de suelos, disminución de caudales hídricos y desalojo de comunidades rurales e indígenas, como se evidenció en la visita del Tribunal de los Derechos de la Naturaleza a la provincia de Corrientes, Argentina, en noviembre de 2024.

La expansión de empresas chilenas hacia países vecinos con marcos legales permisivos ha replicado patrones de degradación ambiental similares. Este veredicto no solo expone los riesgos de estos modelos, sino que también hace un llamado a la comunidad internacional para que tome medidas urgentes que prioricen el respeto a los Derechos de la Naturaleza.

El Tribunal Internacional presenta este veredicto para la consideración de más jueces y hace un llamado a todos los actores involucrados, desde autoridades estatales hasta empresas y organizaciones de la sociedad civil, a colaborar por un nuevo modelo forestal que respete los Derechos de la Naturaleza y asegure un equilibrio y una armonía entre la actividad humana y el medio ambiente.

 El Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza es una entidad creada por ciudadanos para investigar y revelar las violaciones a los derechos de la Naturaleza. Proporciona un foro para que personas de todo el mundo puedan expresar su voz en nombre de la Naturaleza, protestando contra la destrucción de la Tierra provocada por empresas con el respaldo de gobiernos. El Tribunal trabaja para visibilizar conflictos y actores, y emite recomendaciones jurídicas sobre la protección y restauración de la Tierra, estableciendo jurisprudencia modelo para las comunidades locales. Se enfoca también en brindar apoyo a los pueblos indígenas para que compartan sus experiencias sobre los impactos en sus territorios, actuando como guardianes de la Tierra.

Los veredictos del Tribunal, si se aplican adecuadamente, pueden constituir una herramienta crucial en la lucha por la justicia ambiental.

Este veredicto se traducirá y será considerado por la Asamblea de Jueces liderada por Francesco Martone, con el objetivo de conseguir el apoyo de más personalidades a nivel mundial.

 

 

 

Con Información de pagina19.cl

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