El Papa es enterrado en Roma.

Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano, VaticanNews

En medio de lágrimas, oraciones y un profundo silencio que fue interrumpido por aplausos espontáneos y un mar de teléfonos móviles capturando el momento histórico, el mundo se despidió de Jorge Mario Bergoglio, el primer Papa latinoamericano, en una ceremonia que combinó la solemnidad del rito con la emoción de un legado imborrable.

La misa exequial, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, Decano del Colegio Cardenalicio, tuvo lugar el sábado 26 de abril de 2025 por la mañana. Posteriormente, el cortejo fúnebre se dirigió hacia la Basílica de Santa María la Mayor, uno de los lugares más queridos por Francisco. Allí, en este antiguo santuario mariano, se depositarán sus restos mortales, en cumplimiento de su deseo de descansar junto a la Virgen, a quien visitaba discretamente antes y después de cada viaje apostólico, así como al concluir sus hospitalizaciones.

A lo largo de su trayecto desde el Vaticano hasta la Basílica, se estima que alrededor de 150,000 personas estuvieron presentes para rendir su último homenaje al Papa Francisco.

Enquanto la fe se manifestaba en cánticos, lágrimas y oraciones, el operativo logístico y de seguridad montado para el funeral fue tan vasto como discreto. Más de 10,000 personas participaron en las tareas de seguridad, atención médica y logística, incluidos 4,000 policías, 2,000 agentes de tráfico y 4,000 voluntarios, coordinados para asegurar que la despedida al Papa transcurriera sin contratiempos.

El dispositivo incluía francotiradores en los tejados, unidades caninas, especialistas en desactivación de explosivos y patrullas fluviales en el Tíber. En el aire, helicópteros y drones monitorizaban el entorno, mientras que en tierra se desplegaron unidades antiterroristas y vehículos especiales NBCR para detectar sustancias tóxicas o radiactivas.

Por primera vez durante una ceremonia papal, se utilizó la tecnología RCD anti-drones del Ejército, capaz de interceptar amenazas aéreas no identificadas. Además, se emplearon equipos «jammer» para bloquear señales de teléfonos móviles sospechosos, como medida preventiva contra posibles atentados tecnológicos.

En el ámbito sanitario, el sistema «Ares 118» movilizó 50 ambulancias, 6 puestos médicos avanzados y más de 20 unidades de bomberos, asegurando una atención rápida ante cualquier eventualidad en medio de una multitud conmovida y, en algunos casos, exhausta por las largas horas de espera.

Al llegar a la Basílica de Santa María la Mayor, la ceremonia de enterramiento se llevó a cabo en privado. La tumba, hecha de mármol de la región italiana de Liguria, lleva únicamente la inscripción «FRANCISCUS» y una reproducción de su cruz pectoral. El lugar de descanso del Papa se ha preparado en un nicho de la nave lateral de la Basílica, entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza, junto al Altar de San Francisco.

Traslado del féretro desde San Pedro hasta Santa María la Mayor, 26 de abril de 2025. (VATICAN MEDIA Divisione Foto)

Con Información de desenfoque.cl

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