Tania Salas
Seremi de Agricultura
Las mujeres son el alma de la Agricultura Familiar Campesina. A través de su trabajo, liderazgo y visión, han demostrado que el campo no es solo un lugar de producción, sino también un espacio repleto de oportunidades, sueños y desarrollo. No obstante, todavía enfrentan desafíos que limitan su progreso, especialmente la desigualdad existente entre las áreas rurales y urbanas.
El acceso a tierras, derechos de agua y saneamiento sigue siendo un obstáculo crucial. Sin estos recursos básicos, muchas mujeres en el entorno rural se ven restringidas en su capacidad de producción y autonomía económica, lo que impacta negativamente en el avance del sector agrícola y en el desarrollo sociocultural de estas regiones. En lugares como el nuestro, la pobreza multidimensional en áreas rurales alcanza un 31,8%, superando el promedio nacional del 28,3%. Comunas como San Juan de la Costa (53,3%) y Quinchao (43,4%) reflejan la urgente necesidad de políticas públicas inclusivas.
Un desafío creciente es la migración de mujeres y jóvenes, quienes se ven forzados a dejar el campo en busca de mejores oportunidades en ciudades como Osorno y Puerto Montt. Esto no solo compromete la continuidad del trabajo en el campo dentro de sus familias, sino que también pone en riesgo la seguridad alimentaria y contribuye al envejecimiento de la población rural. Para revertir esta tendencia, es fundamental fortalecer las cooperativas, las redes de apoyo y fomentar el liderazgo femenino en el sector agrícola.
Como gobierno, reafirmamos nuestro compromiso con la equidad de género, la ruralidad y el cooperativismo. Hemos implementado políticas concretas que buscan asegurar un acceso justo a los recursos y fomentar la inclusión de las mujeres en el desarrollo agrícola. La Comisión Nacional de Riego ha modificado los requisitos para participar en sus concursos, reconociendo que pocas mujeres tienen tierras a su nombre, lo cual limitaba su verdadera participación en la agricultura. Gracias a este cambio normativo, en 2024, el 79 % de los bonos de riego fueron otorgados a mujeres agricultoras. Creemos firmemente que, con las herramientas adecuadas, las mujeres pueden transformar sus comunidades, fortalecer el sector agrícola y contribuir al bienestar de toda la sociedad.
Por esta razón, este año hemos deseado destacar el trabajo de aquellas mujeres que han hecho una diferencia en el ámbito agrícola, generando cambios significativos en su entorno e inspirando a las nuevas generaciones a ver el campo como un lugar de oportunidades y crecimiento. Al reconocer su labor, reafirmamos nuestro compromiso con un mundo rural más equitativo y sostenible.
Porque cuando las mujeres avanzan, el sector agropecuario crece y, con él, toda la sociedad. Un agro más equitativo es más fuerte, más productivo y más humano. Sigamos trabajando por un futuro mejor, donde el esfuerzo de la mujer rural sea valorado y cada una tenga la oportunidad de desarrollarse con dignidad y autonomía.
La publicación El poder transformador de las mujeres en la Agricultura Familiar Campesina apareció primero en Osorno en la Red.
Con información de osornoenlared.cl
Con Información de chilelindo.org