El 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1973 para fomentar la conciencia y la acción en defensa del medio ambiente.
Han pasado 52 años desde el inicio de esta celebración, y aunque hemos logrado algunas acciones, estas no han sido globales. La conciencia sobre el medio ambiente ha crecido, pero la acción sigue siendo insuficiente ante temas de gran impacto. La revisión de proyectos en la plataforma SEA ha sido cuestionada por un “exceso” de autorizaciones, lo que pone de relieve la necesidad de un enfoque más riguroso. Sin el cuidado del medio ambiente, el crecimiento económico es inconcebible.
En Chile, la permisología ambiental engloba los trámites y autorizaciones necesarios para aquellos proyectos que pueden afectar el medio ambiente. Este proceso incluye la evaluación de impacto ambiental (EIA) y la obtención de permisos sectoriales, entre otros. Actualmente, muchos proyectos se presentan como Declaratorias de Impacto Ambiental, eludiendo la implementación de medidas de mitigación bajo el argumento de que “no generan impactos”. Esta práctica es cuestionable; aunque algunos proyectos no sean considerados significativos, sus sinergias pueden contribuir al deterioro ambiental en diversas comunas.
En este Día del Medio Ambiente, no debemos subestimar la importancia de la inclusión de proyectos en el sistema. Por el contrario, deberíamos asegurarnos de que las inversiones implementen acciones que restauren y contribuyan, especialmente en comunas de sacrificio, a crear un entorno de calidad que garantice que el progreso sea compatible con el cuidado y la rehabilitación de paisajes alterados.
Con Información de www.elperiodista.cl