Andrea Pinto Vergara, Doctoranda en Educación y profesora en el Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación de la Usach.
Este sábado celebramos el Día Internacional de la Mujer, una fecha que nos invita a reflexionar sobre cifras significativas, como que en 2025, la tasa de ingreso de mujeres a la universidad aumentó un 5,4%. Esto ha llevado a un incremento en la participación femenina en áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), alcanzando un 32%, dos puntos porcentuales más que en 2024, según informes de la Subsecretaría de Educación Superior del Ministerio de Educación.
Estos avances sugieren que estamos en el camino correcto. Sin embargo, me gustaría centrarme en la matemática, que es mi pasión, y no por restarle valor a otras disciplinas igual de relevantes. Quiero recordar un hecho histórico relacionado con la matemática que podría parecer lejano y perteneciente a un tiempo ya pasado: desde Hipatia, de Alejandría (nacida en el año 370), hasta Elena Lucrezia Cornaro (nacida en 1646), casi no hay registros de mujeres matemáticas. ¡1.276 años de silencio! He buscado incansablemente, pero no he encontrado nombres de mujeres matemáticas en ese lapso…
Durante siglos, se nos convenció de que las matemáticas no eran para nosotras, al afirmarse que carecíamos de la capacidad lógica y racional, ya que éramos consideradas demasiado emocionales. Se nos dijo que nuestro lugar estaba en el hogar, dedicándonos a cuidar niños, pintar, tejer, cocinar, cantar o tocar un instrumento. Las matemáticas eran “cosa de hombres”.
Y aunque me gustaría afirmar que estas creencias son cosa del pasado, la realidad es que aún persisten. Yo las he escuchado más de una vez, incluso me las han ofrecido como “consejos”. Pero aquí estoy, y no deseo ser la única. Quiero ser una de muchas, una de tantas mujeres que se dedican a lo que aman, ya sea matemáticas, física, química, astronomía, jardinería o cualquier otra pasión.
Solo me atrevo a solicitar una cosa: si sabes de alguna mujer que haya destacado en la matemática entre Hipatia de Alejandría y Elena Lucrezia Cornaro, por favor, compártela. Ayúdame a reconstruir nuestra historia.
No te desanimes en la búsqueda de tus sueños, ¡porque tú puedes lograrlo! (Y no permitas que nadie te diga lo contrario; eres fuerte, valiente y capaz de enfrentar cualquier desafío). Por ti, por mí, por todas las niñas y mujeres de hoy y del futuro.

Andrea Pinto Vergara, Doctoranda en Educación y profesora en el Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación de la Usach.
Con Información de www.lanacion.cl