Desarrollan una vacuna oral contra el norovirus que ha demostrado eficacia en ensayos clínicos con humanos.

Un ensayo clínico de fase 2, publicado esta semana en la revista Science Translational Medicine, ha demostrado que una vacuna oral experimental genera una fuerte respuesta inmunitaria en las mucosas y reduce la propagación del norovirus en individuos vacunados.

El estudio, realizado por la biotecnológica estadounidense Vaxart en colaboración con el Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati y las universidades de Stanford, Maryland Baltimore y Harvard, administro la vacuna llamada VXA-G1.1-NN a 165 voluntarios adultos sanos, quienes posteriormente fueron expuestos al norovirus GI.1.

Los resultados indicaron que el comprimido fue seguro, bien tolerado y capaz de provocar una respuesta inmunitaria significativa, incluso en muestras de saliva, fluido nasal y heces. Además, se observó que los vacunados eliminaron menos virus en sus deposiciones, sugiriendo un menor riesgo de contagio.

El norovirus es una de las principales causas de infecciones gastrointestinales a nivel mundial, conocido por su alta contagiosidad, especialmente en lugares con gran afluencia de personas, como escuelas, hospitales y cruceros. Sus síntomas incluyen vómitos, diarrea y calambres estomacales, y en algunos casos, pueden requerir hospitalización.

No hay una vacuna autorizada contra este virus, lo que hace que estos hallazgos sean especialmente significativos en la búsqueda de una solución preventiva. Cabe destacar que el candidato vacunal es un comprimido termoestable, lo que facilita su distribución sin necesidad de refrigeración o atención médica especializada, un factor clave para su aplicación en regiones con recursos limitados.

Limitaciones del estudio

A pesar de los resultados prometedores, el estudio presenta limitaciones. La vacuna fue probada solo en adultos sanos de entre 18 y 49 años y contra el genotipo GI.1, mientras que el genotipo GII.4 predominó en las infecciones humanas en las últimas décadas.

María Dolores Fernández García, del Centro Nacional de Microbiología (ISCIII), consideró que el trabajo representa un avance importante, aunque destacó que los niveles de eficacia observados son moderados: una reducción del 30 % en la infección detectable por qPCR y del 21 % en casos de gastroenteritis.

No obstante, señaló que estos niveles de protección son coherentes con otros estudios similares y que el formato oral de la vacuna es una ventaja significativa, puesto que facilita la administración y puede inducir inmunidad en las mucosas, algo más complejo con las vacunas inyectables tradicionales.

Finalmente, la investigadora subrayó la importancia de evaluar esta vacuna en niños y adultos mayores, grupos especialmente vulnerables a esta infección, así como en otros genotipos más prevalentes del virus.

Con Información de hoysantiago.cl

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