Crisis de natalidad en Japón alcanza su nivel máximo.

Las proyecciones iniciales del Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar de Japón indican que en 2024 se habrán registrado solo 721.000 nacimientos, la cifra más baja desde que existen registros estadísticos en el país, hace 75 años. Este año coincide con el aniversario de la llamada «generación del baby boom», que marcó un récord de 2,69 millones de nacimientos en 1949. Los expertos advierten que la crisis de natalidad, endémica en Japón, alcanzará su punto crítico a partir de este año, en un fenómeno conocido como el ‘Problema 2025’.

El ‘Problema 2025’ es el término que utilizan especialistas como Takao Komine, del Instituto de Estudios de Política Internacional (IEPI) de Japón, para describir la crisis multifacética — económica, social e incluso internacional — que el país comenzará a enfrentar cuando los baby boomers entren en la «tercera edad». Este proceso desencadenará un efecto dominó que impactará inicialmente en las residencias, y luego en la Seguridad Social, los programas de ayuda y, finalmente, en la economía nacional. Todo esto ocurre mientras el primer ministro Shigeru Ishiba ha señalado recientemente que la situación financiera de Japón es «peor que la de Grecia».

Las familias japonesas son conscientes de los factores detrás de esta disminución en la natalidad. Una encuesta de 2021 del Instituto Nacional de Estudios de Población reveló que ocho de cada diez parejas ven el costo de la educación infantil como el principal impedimento para tener más de un hijo. La falta de espacio es el segundo motivo en importancia; más niños requieren más espacio. El Gobierno japonés está intentando aprovechar los nueve millones de viviendas vacías en el país (el 10 % de ellas en Tokio) y está considerando reformas en el alquiler para incentivar la mudanza a hogares más amplios.

Asimismo, seis de cada diez encuestados consideran difícil equilibrar la vida laboral y familiar, y las largas jornadas laborales desincentivan a las parejas. Actualmente, hay ayudas de 200 euros mensuales por niño hasta que cumplen 18 años, y los padres pueden solicitar servicios de guardería para niños menores de 3 años, aun si no están empleados. Sin embargo, el gran desafío sigue siendo la implementación del teletrabajo.

A partir de abril de este año, se implementarán gradualmente varias medidas para reformar el sistema laboral: las empresas estarán obligadas a ofrecer a los empleados con niños en edad preescolar al menos dos opciones de trabajo, como trabajo remoto o jornadas reducidas, y se permitirá que los trabajadores con niños menores de 3 años laboren desde sus hogares.

UNA CADENA DE PROBLEMAS

Los servicios de atención a la tercera edad serán los primeros en sufrir las consecuencias del ‘Problema 2025’. Este año, según el informe del IEPI, se anticipa «un incremento repentino» en la demanda de atención para personas mayores, lo que conllevará «una carga significativamente mayor para la fuerza laboral» y problemas de escasez de personal.

La seguridad social es ya el principal causante del déficit presupuestario en Japón. El IEPI advierte que «las presiones de un creciente déficit fiscal y el aumento de las primas de seguros se intensificarán si no se aborda el problema», alertando que un inacción por parte del Gobierno podría intensificar el descontento público y poner en duda la sostenibilidad del sistema de seguridad social.

Un tercer desafío tiene un componente geográfico. «El ‘Problema 2025’ se manifiesta con mayor fuerza en grandes ciudades como Tokio, Osaka y Nagoya», donde el aumento de la población de la tercera edad es más notorio. Se han lanzado iniciativas políticas, como construir centros de atención que trasciendan límites municipales y fomentar la reubicación de las personas mayores a lugares con mejor atención. No obstante, es «imperativo considerar una resolución a este problema desde una perspectiva geográfica amplia», recomienda el instituto.

La combinación de estos tres factores podría conducir a una nueva crisis de desigualdad, exacerbando las diferencias entre las personas mayores y amenazando a una población que ha pasado desapercibida durante décadas: aquellos que fueron afectados por el colapso de la burbuja económica en los años 90 y se convirtieron en ‘ninis’. A partir de 2025, se unirán a las filas de la tercera edad.

Japón se encuentra contra el reloj para afrontar la disminución de su tasa de natalidad: se prevé que para 2070 el país haya perdido el 30 % de su población. El profesor Yamaguchi Shintaro, de la Universidad de Tokio y experto en economía laboral y familiar, ha elogiado las iniciativas del Gobierno, pero considera que son insuficientes, sugiriendo que el núcleo familiar deberá asumir más responsabilidad, especialmente en la distribución de tareas.

«Las mujeres dedican cinco veces más tiempo a las labores del hogar y al cuidado de los niños que los hombres», explicó en una entrevista con la NHK. «Si los hombres estuvieran más involucrados en la crianza de los hijos, como sucede en muchos países occidentales, estaríamos mucho más cerca de encontrar una solución», añadió.

Con Información de www.elperiodista.cl

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