Un ratón modificado genéticamente, que presenta bigotes rizados y un pelaje dorado y ondulado, podría ser un paso crucial para la resurrección del mamut lanudo, que se extinguió hace unos 4.000 años. Investigadores de Colossal Biosciences, una empresa biotecnológica con sede en Dallas, han desarrollado este roedor con características similares a las del mamut, marcando un avance importante en los esfuerzos por devolver a la vida especies que han desaparecido.
El equipo de Colossal identificó diez variantes genéticas relacionadas con el pelaje, la grasa corporal y otros rasgos que permitieron al mamut adaptarse a climas fríos. Posteriormente, modificaron siete genes en el ratón, incluidos el FGF5, que regula el crecimiento del pelo, y el MC1R, que interviene en la producción de melanina. Como resultado, obtuvieron un ratón con un pelaje tres veces más largo y ondulado, reminiscentes de las características del mamut lanudo.
Según la Dra. Beth Shapiro, directora científica de Colossal, este logro respalda el enfoque de la empresa para restaurar rasgos que han desaparecido. Sin embargo, algunos especialistas, como Robin Lovell-Badge del Instituto Francis Crick, han expresado dudas sobre la pertinencia de estos experimentos. «No tenemos certeza de si estos ratones son realmente más resistentes al frío, que era el objetivo principal», advirtió.
Colossal, que ha logrado recaudar 435 millones de dólares, no se limita a los mamuts. La compañía también planea intentar revivir al dodo y al tigre de Tasmania. Su objetivo es tener los primeros terneros de mamut lanudo listos para 2028, con la esperanza de que su reintroducción en el Ártico contribuya a frenar el deshielo del permafrost.
No obstante, los críticos del proyecto argumentan que esos fondos podrían emplearse en iniciativas de conservación más urgentes. También manifiestan inquietudes sobre los riesgos que enfrentan los animales vivos que se utilizarían como madres sustitutas. Tori Herridge, de la Universidad de Sheffield, apuntó: “No sabemos qué aspectos del genoma son vitales para la supervivencia de un elefante en el Ártico”.
Por el momento, el «ratón lanudo» representa un notable avance científico, pero la aplicación de estos logros a especies más grandes, como los elefantes, sigue siendo un reto por superar.
Con Información de hoysantiago.cl