El Presidente Boric anunció la conversión del penal de Punta Peuco en un centro penitenciario exclusivo para aquellos condenados por violaciones a los derechos humanos.
“En el Chile actual no hay justificación para que quienes han cometido crímenes de lesa humanidad gocen de esos privilegios”, enfatizó el Mandatario. Informó que ha dado instrucciones al Ministerio de Justicia para modificar el decreto que dio origen a este establecimiento, con el fin de “renunciar a su condición especial y transformarlo en una cárcel común”.
Este anuncio fue realizado tras más de dos horas de intervención ante el Congreso Nacional y fue respaldado por una segunda razón de carácter operativo: “No solo es una medida de justicia, sino también una gestión necesaria de nuestro sistema penitenciario”, afirmó, justificando que la modificación permitirá ubicar a los internos según los criterios de Gendarmería.
Boric también recordó que el expresidente Sebastián Piñera ya había tomado una decisión similar al cerrar el Penal Cordillera en 2013. “Hoy estamos poniendo fin a Punta Peuco tal como ha sido conocido”, explicó, marcando un cambio en la política penitenciaria respecto a los condenados por delitos cometidos durante la dictadura militar.
Inaugurado en 1995, el penal Punta Peuco fue diseñado como un recinto especial y separado del sistema carcelario convencional para albergar exclusivamente a exmilitares y funcionarios del Estado condenados por violaciones a los derechos humanos. A lo largo de los años, ha sido objeto de críticas de organismos de derechos humanos y familiares de víctimas, quienes consideraban su existencia un símbolo de impunidad.
La medida anunciada por el Presidente no implica el cierre físico de la prisión, sino su reconfiguración institucional y administrativa, eliminando su carácter excepcional dentro del sistema penitenciario chileno.
Con Información de www.lanacion.cl