La agencia de noticias estadounidense Associated Press (AP) ha presentado una demanda contra tres altos funcionarios de la Administración de Donald Trump, después de haber sido excluida del Despacho Oval y del avión presidencial Air Force One. Esta exclusión sucedió cuando la agencia se negó a utilizar la expresión «golfo de América» en lugar de «golfo de México», tal como lo había solicitado el presidente.
AP emitió un comunicado donde defiende su postura, subrayando que «la prensa y la ciudadanía en Estados Unidos tienen el derecho de elegir sus propias palabras sin temor a represalias por parte del Gobierno». Además, reiteraron su compromiso con la independencia editorial, manteniendo en su guía de estilo el nombre original del golfo, aunque también mencionaron la nueva referencia impuesta por Trump.
El acceso de AP fue formalmente bloqueado por la Casa Blanca el 14 de febrero, pocos días después de que el presidente firmara una orden ejecutiva para cambiar el nombre del cuerpo de agua y declarara el 9 de febrero como el «Día del golfo de América».
La demanda, presentada en un tribunal federal en Washington D.C., cuenta con 18 páginas y señala a la jefa de gabinete de Trump, Susie Wiles; su asistente, Taylor Budowich; y la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, por supuestamente presionar a los periodistas para que adoptaran el lenguaje oficial del Gobierno.
Este caso ha recibido un amplio apoyo de la comunidad periodística, con más de 30 medios estadounidenses, incluidos Fox News, The New York Times, The Washington Post y CNN, firmando una carta que solicita a la AP la restauración de su acceso a los eventos presidenciales, asegurando que la opinión editorial no debe influir en las acreditaciones de prensa.
Por su parte, Trump ha desestimado la demanda y ha criticado a la agencia, describiéndola como «lunáticos de izquierda radical» y una «empresa de tercera categoría con un nombre de primera».
Con Información de chilelindo.org