Hace una semana, un tuit del presidente argentino, Javier Milei, sacudió el mercado de las criptomonedas. «¡La Argentina Liberal crece! Este proyecto privado buscará incentivar el crecimiento de la economía argentina, financiando pequeñas empresas y emprendimientos locales. El mundo quiere invertir en Argentina», publicaba el Mandatario.
En concreto, Milei se refería a $Libra, una criptomoneda que llevaba apenas 24 horas en el mercado. Aunque después de su publicación el token alcanzó un precio de 5 dólares, con el paso de las horas se derrumbó, llegando a ser menos de 0,5 dólares.
Ante la controversia provocada, Javier Milei eliminó el tuit y aclaró que «no tenía relación con la iniciativa» y que «no estuvo ni está involucrado de ninguna manera en el desarrollo del proyecto, que es completamente privado.»
La situación ha escalado al punto de que Milei enfrenta denuncias en Argentina y Estados Unidos, solicitando una investigación sobre una posible maniobra ilícita.
Para discutir este tema y analizar el mercado de Bitcoin y las criptomonedas, Fast Check CL se reunió con Jaime Bünzli, CEO de Buda, una startup que lleva diez años dedicada a este tipo de exchanges.
“Probablemente no comprende bien y no sabe distinguir lo que ocurre en el ecosistema cripto“
—¿Cuál es su evaluación sobre lo ocurrido en Argentina?
Es importante destacar el historial de Buda para entender nuestra postura frente a tokens como $Libra. No los listamos porque, de hecho, consideramos que pertenecen a un área del mundo cripto distinta a la que respaldamos.
Es crucial distinguir entre Bitcoin y $Libra. Esta es una oportunidad para hacer esa diferenciación. Lamentablemente, hay personas que dicen: «¿Vieron? Todas las criptomonedas son iguales», lo cual es un error.
—Se ha mencionado que $Libra era un «memecoin», luego se dijo que no. ¿Es esa la diferenciación que hacen en Buda?
El panorama es confuso y aún hay mucho por aclarar sobre las motivaciones detrás de la acción de Milei. En esencia, se asemeja más a lo que fueron los proyectos tipo ICO, donde un grupo de desarrolladores presenta una idea y crea un contrato inteligente o un «white paper» con las reglas y demás. Tras salir al mercado, la gente puede apoyar o apostar por la idea. Muchos de estos proyectos empiezan con buenas intenciones, pero a menudo terminan desinflándose.
El objetivo de este caso era mejorar el financiamiento de las pymes en Argentina, pero me surge una pregunta fundamental: ¿por qué crear un token para ello? ¿Por qué generar un mercado que especula sobre el precio de una moneda para financiar pymes en Argentina? Eso se parece más a una estrategia de levantamiento de capital más tradicional, en lugar de una conexión con el mundo cripto que no se evaluó adecuadamente.
—¿Por qué se decía que $Libra era una «memecoin»?
Recientemente ha surgido un ecosistema en torno a los «memecoins», donde quienes los crean son transparentes al afirmar que son simplemente monedas asociadas a memes, sin un proyecto detrás. Cualquiera que participe en eso entiende que está asumiendo el riesgo de algo muy volátil. Los «memecoins» pueden desaparecer en cuestión de días, y quienes invierten son conscientes de las reglas del juego. El resultado de $Libra terminó asemejándose a un «memecoin».
—Considerando que el objetivo de esta promoción era ayudar a las pymes en Argentina, ¿por qué optar por una moneda de este tipo y no por una «stablecoin»?
Hablando desde mi perspectiva, asumiendo que no hay mala fe por parte de Milei, imagino que le presentaron un proyecto atractivo. Sin embargo, esto revela que Milei no comprenda bien cómo funciona el ecosistema cripto. Probablemente, tomó un «salto de fe» basándose solo en sus buenas intenciones y quizás pensó que ya que Trump tiene su propia «memecoin», podría ser similar. Tal vez no profundizó en el tema.
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—¿Se podría hablar de una cierta ingenuidad por parte de Milei en este asunto?
No estoy seguro de cómo calificarlo. Puede que no sea ingenuidad, sino más bien irresponsabilidad, pero lo que parece evidente es que probablemente no comprende del todo y no sabe diferenciar lo que ocurre en el ecosistema cripto.
Por lo tanto, promocionar algo que no se entiende completamente es, creo yo, un poco irresponsable. En una entrevista reciente, él argumentaba que esto es parte de su día a día, ya que lo publicó en su cuenta de X, pero considero que el presidente es presidente las 24 horas del día. Hay algo fallando en la asesoría que recibe y en su propio entendimiento del ecosistema cripto en general.
“La proporción de personas con una mentalidad negativa sobre el bitcoin ha disminuido considerablemente”
—El mercado cripto es conocido por su volatilidad. ¿Es posible prever esta condición?
Aquí es importante distinguir entre cripto y bitcoin. Si decides invertir en cualquier moneda cripto, estarás expuesto a una mayor volatilidad, ya que estas son generalmente más inmaduras. Sin embargo, bitcoin, que lidera el mercado y es la más madura, aún presenta un grado de volatilidad que puede incomodar a muchos inversores.
Si miro a largo plazo, considero que bitcoin se convertirá en la moneda global. El mundo no cuenta con una moneda unificada y creo que eso es valioso. En mi opinión, el bitcoin tiene las mayores posibilidades de convertirse en esa moneda. Esa es mi forma de entenderlo: si creo en ello y espero que suceda, puedo empezar a evaluarlo financieramente. Es un proyecto que apoyo, que deseo que tenga éxito y, si lo logra, será una buena inversión. Pero, al ser un proyecto a largo plazo, encontrará baches y dificultades en el camino.
—¿Cuál es el estado del mercado en Chile? ¿Cómo ha cambiado en estos diez años que llevan en el sector?
En general, el cambio más significativo ha sido la percepción de la gente hacia Bitcoin. Hace diez años, podría ser que la mayoría no lo conocía o lo asociaba con algo negativo. Hoy en día, el discurso ha cambiado por completo.
No se puede ignorar; puede que no se entienda completamente, pero es necesario aceptarlo y adoptarlo, ya que el mundo avanza en esa dirección. La proporción de personas con una mentalidad negativa sobre el bitcoin ha disminuido considerablemente.
—El auge de la tecnología y otros factores han fortalecido este mercado, pero ¿qué parte del mundo económico tradicional llega a complementar o suplir al mercado cripto?
Aquí es donde la confusión radica. Muchas personas asocian Bitcoin únicamente con una inversión, ya que habitualmente se discute su rendimiento en gráficos de ganancias. Sin embargo, ese no es el propósito del bitcoin.
El objetivo de bitcoin es proporcionar al mundo una moneda totalmente descentralizada, sin control por parte de ningún gobierno o persona, permitiendo interacciones digitales sin exclusiones. Cualquiera que desee interactuar con bitcoin podrá hacerlo, sin importar el gobierno en el poder. Algunos podrían preguntarse por qué existe un mercado de especulación en torno a ello, pero es que no hay otra manera de operar.
“Desde el punto de vista tecnológico, el dinero es una herramienta deficiente”
—Cuando comenzaste Buda hace diez años, ¿cuáles fueron los principales desafíos?
La gran dificultad ha sido promover un ideal de cambio. Las personas estaban muy acostumbradas a interactuar con el dinero, percibiéndolo como una herramienta tecnológica. Si juntas a un chileno, un venezolano, un argentino, un estadounidense y un español, notarás que todos interactúan con el dinero de forma diferente.
Al observar esto, pensé: «Es extraño que todos actúen de manera tan distinta». Desde una perspectiva tecnológica, el dinero es una herramienta deficiente, porque crea aislamiento; cada persona vive en su propio mundo respecto al dinero. Decidí entonces apostar en el mundo del Bitcoin, porque creía que esto debía evolucionar, como ocurrió con Internet: donde nadie tiene control, y se convierte en un bien de la humanidad. El bitcoin cumple con esa visión y, a nivel técnico, es fascinante. El mayor reto consiste en adoptar esa convicción y transmitirla al resto.
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—¿Hasta qué punto el escenario político de un país impacta en el Bitcoin y las criptomonedas? ¿Tienen una relación importante o son temas separados?
Hay situaciones de todo tipo. Es un tema de acción y reacción. Si alguien vive en Argentina y enfrenta restricciones para enviar dólares al exterior o sufre un tipo de cambio desfavorable, lógicamente buscará alternativas. En tiempos de crisis, las personas desesperadas por opciones hacen que el ecosistema cripto, incluyendo Bitcoin y stablecoins, florezca más.
En contraste, en países más organizados como Chile, el enfoque es promover el diálogo y la regulación, reconociendo que el mundo avanza en esta dirección. Este camino permite adoptar un enfoque más calmado y consciente. El riesgo es esperar indefinidamente.
—¿Cuáles son los principales desafíos de Buda para 2025?
El desafía constante es adaptarse al cambio de mentalidad de las personas. En esencia, seguimos siendo lo mismo que hace diez años. Sin embargo, la forma en que llegamos a la gente es lo que ha cambiado, y esto exige un producto sumamente accesible. Nuestro objetivo es que cualquier persona o empresa en Chile que necesite algo relacionado con cripto, pense en Buda inmediatamente.
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Con Información de www.fastcheck.cl