
Por Claudio Román romanrisk.com
En Shenzhen, el núcleo del capitalismo digital más avanzado del mundo, Zhang Wei consulta sus ventas diarias a través de su móvil. No utiliza calculadora ni cuaderno; se apoya en Alipay, el sistema financiero más eficiente creado hasta ahora. En segundos, y sin trámites ni garantías, obtiene un préstamo de 150,000 RMB (21,000 USD) a una tasa del 7.5% anual.
Hace cinco años, su tienda en Huaqiangbei —el Silicon Valley chino, pero a mayor escala y ritmo— era un negocio pequeño. Sin embargo, gracias a un sistema que no solo facilita, sino que potencia a los emprendedores, Zhang se enfrenta a gigantes como Huawei. Este es el capitalismo en su forma más pura, más despiadada y efectiva.
El algoritmo como aliado (o como Dios)
Zhang no proviene de una familia adinerada ni pertenece a la élite. Su ventaja radica en un sistema que lo conoce mejor que su propia familia. En 2021, Alipay evaluó sus ventas de los últimos seis meses (80,000 RMB mensuales) y determinó que sería un candidato óptimo para un crédito. Sin esperas ni burocracia. Con esos fondos, invirtió en componentes para drones, el sector de más rápido crecimiento en Shenzhen. El resultado fue un aumento del 85% en sus ventas en un año.
Sin embargo, el éxito de Zhang no es un accidente; es el producto de un ecosistema diseñado para el auge de negocios. Utiliza WeChat Mini Programs para gestionar pedidos, Taobao para realizar ventas online y Alipay le informa en tiempo real sobre su capacidad de solicitar préstamos.
No es magia: es un sistema que apuesta por el éxito
Alipay y WeChat Pay manejan el 90% de las transacciones digitales en China, y no son solo aplicaciones de pago: constituyen la infraestructura financiera más avanzada del mundo. Cada transacción registrada mejora el historial crediticio de los negocios.
El gobierno no limita, facilita. En Shenzhen, Zhang recibió un subsidio de 20,000 RMB (2,800 USD) para digitalizar su tienda, en el marco del plan «Internet Plus», que ya ha asistido a 12 millones de negocios locales. Además, las pequeñas empresas disfrutan de un 15% menos de impuestos que las grandes compañías, pues aquí comprende que una economía robusta no se edifica sobre monopolios, como los de las grandes tecnológicas occidentales, sino sobre millones de negocios en crecimiento.
Mientras en Occidente los bancos siguen exigiendo garantías absurdas, en China la tecnología proporciona soluciones. MYbank, el banco digital de Ant Group, no solicitó a Zhang fiadores ni propiedades. En su lugar, cruzó datos de Alibaba, transacciones en efectivo y flujo de clientes, analizados con inteligencia artificial. El resultado: crédito inmediato, confianza total y un crecimiento sin precedentes.
El otro lado del mundo: cuando el sistema quiere que fracases
Mientras Zhang ascende hacia el éxito, Mario López, propietario de una ferretería en Guadalajara, enfrenta una pesadilla kafkiana. Solicita 300,000 MXN (15,000 USD), pero el banco le exige dos años de estados financieros auditados. Una fintech le propone un préstamo con un interés desmesurado del 120% anual. «Es una trampa, pero no tengo opción», reconoce.
El Estado, en teoría, debería equilibrar la situación. En China, lo logra. En México, el programa «Mi PyME» solo alcanza a el 12% de los negocios.
Los números no engañan, solo desmantelan ilusiones
Indicador | China (Zhang Wei) | Occidente (Mario López) |
Tasa de interés | 4% – 8% anual (MYbank, WeBank) | 60% – 120% anual (fintechs abusivas) |
Acceso a crédito | 40% de los préstamos van a negocios locales | Menos del 15% (México, España, EE.UU.) |
Sobrevivencia post-COVID | 85% de negocios locales operativos (2022) | 30% cerrados. Una tragedia total. |
¿Capitalismo sin oportunidades?
Zhang Wei opera dentro de un sistema creado para triunfar. Mario López, con la misma fortaleza, se encuentra atascado en un sistema diseñado para aplastarlo. La pregunta no es por qué China avanza. La pregunta es: ¿hasta cuándo Occidente continuará erosionando a sus propios emprendedores?
II. Occidente y sus trampas: Cómo destruir a los negocios locales en tres pasos
Mientras China construye el sistema financiero más avanzado del planeta, Occidente ha perfeccionado una maquinaria de exclusión, abuso y estancamiento. Banco que no presta, fintechs que devoran negocios con tasas usureras, y un sistema de crédito que castiga la pobreza en vez de evaluar la viabilidad. Tres trampas, tres verdades incómodas que nadie quiere reconocer.
Verdad 1: Los bancos no están diseñados para asistir a los negocios locales, sino para explotarlos
Occidente presume de «apoyar a los emprendedores», pero en la práctica, los bancos los tratan como criminales financieros. Solicitar un crédito es adentrarse en un laberinto de obstáculos, tasas abusivas y comisiones ocultas.
En México, solo el 12% de los negocios locales obtienen un préstamo bancario. Mario López, el ferretero de Guadalajara, solicitó 300,000 MXN para expandir su negocio, y el banco le exigió una garantía del 150% del monto solicitado. Esto implica ofrecer un local valorado en 500,000 MXN para acceder a 300,000. ¿A quién benefician estos préstamos? Sin duda, no a los emprendedores.
España no está lejos de esta realidad: el 67% de los pequeños negocios es rechazado por los bancos por no tener un historial crediticio «formal». En otras palabras, si tu empresa no ha sido favorecida por el sistema financiero, no existe.
Aquellos que logran un préstamo pronto descubren la trampa oculta. En EE.UU., un crédito de 50,000 USD puede incluir:
- Comisión de apertura del 5% (2,500 USD)
- Seguro obligatorio del 1.5% anual (750 USD/año)
- Penalización por pago anticipado del 3%
En China, Zhang Wei solicitó 150,000 RMB sin pagar un solo centavo en comisiones. En Occidente, los bancos no financian negocios, los esquilman.
Verdad 2: Las fintechs no son la solución, son usura digitalizada
Nos vendieron la idea de que las fintechs democratizarían el crédito. Falso. Solo trasladaron la usura al ámbito digital.
En México, Konfío ofrece préstamos al 85% anual a negocios informales. En EE.UU., Kabbage otorga créditos «express» con tasas de hasta el 99% anual. Y en Europa, la historia no es menos sombría. Ana Martínez, dueña de una panadería en Madrid, solicitó 20,000 EUR a una fintech española con una tasa del 62% anual. Dos años después, debía 34,000 EUR. ¿El resultado? Cerró su negocio.
Pero las fintechs no solo asfixian con tasas impagables, también disponen de los datos. En Argentina, Ualá cobra intereses compuestos si el pago se retrasa 30 días, lo que eleva la tasa efectiva hasta el 220% anual. En Latinoamérica, Mercado Libre exige acceso total al historial de ventas para dar crédito y luego vende esos datos a terceros. El crédito digital es una trampa disfrazada de innovación.
En China, las fintechs operan bajo otras reglas. WeBank ofrece préstamos con tasas del 4% al 8% anual, sin intereses compuestos y sin venta de datos a terceros. Aquí hay un sistema diseñado para impulsar negocios; en Occidente, para devorarlos.
Verdad 3: El “credit score” es una trampa que mide pobreza, no viabilidad
El puntaje crediticio en Occidente no evalúa el éxito de un negocio, sino su obediencia al sistema bancario. Si alguna vez pagaste tarde una tarjeta de crédito, prepárate para ser marcado de por vida.
En EE.UU., el FICO Score ignora el 82% de los datos relevantes para una empresa. No cuenta cuántas ventas realizadas tiene un negocio si no usa tarjetas de crédito. En Italia, el CRIF Score excluye al 40% de los negocios locales que manejan efectivo. No es un sistema de evaluación sino un filtro para expulsar a quienes no encajan en su modelo.
Carlos Gutiérrez, dueño de una carpintería en Bogotá, genera 100 millones COP anuales (25,000 USD). Pero por haber pagado tarde una tarjeta en 2019 su puntaje bajó a 550/1000. Los bancos le rechazan créditos, y las fintechs le ofrecen 10 millones COP (2,500 USD) al 130% anual. No importa si su negocio es rentable; lo que importa es que su historial no le conviene al sistema.
En China, las reglas son distintas. El Sistema de Crédito Social para Negocios no penaliza errores pasados, sino que evalúa 3,000 variables en tiempo real. Xiong Dang incrementó su puntuación tras contratar a dos empleados y recibir buenas reseñas en Meituan. No se le juzgó por su pasado, sino por su potencial.
Tres trampas sistémicas en Occidente
Trampa | Occidente (Ejemplo) | China (Solución) |
Bancos excluyentes | 150% de garantía (México) | Créditos sin aval (Alipay) |
Fintechs depredadoras | Tasas del 130% anual (Colombia) | Tasas del 8% anual (WeBank) |
Credit score obsoleto | FICO Score ignora ventas en efectivo | IA analiza 3,000 variables en tiempo real |
¿Cuántos negocios más tendrán que caer antes de reconocer la verdad?
En Occidente, los pequeños negocios no quiebran por falta de gestión, sino por caer en trampas urdidas por bancos, fintechs y sistemas de crédito obsoletos. Mientras China construye puentes para el crecimiento, Occidente excava zanjas en las que los emprendedores se hunden.
La pregunta no es si Mario López sobrevivirá. La pregunta es cuántos más Marios perderemos antes de aceptar que el sistema está corroído.
III. Zhang Wei vs. Mario López: El presente que Occidente se niega a construir
La lección no es difícil de captar. China no es el futuro: es el presente. Un presente en el que los pequeños negocios no solo sobreviven, sino que prosperan, se expanden y crean riqueza. Mientras tanto, Occidente permanece atorado en un sistema anacrónico, elitista y concebido para beneficiar a los grandes actores a costa de aquellos que realmente sostienen la economía: los negocios locales.
Lo más grave no es que el problema exista. Lo más lamentable es que las soluciones son viables y simplemente no se implementan.
No se trata de copiar a China, sino de reinventar el sistema
La respuesta no es replicar ciegamente el modelo chino, sino adoptar sus principios y adaptarlos al contexto occidental. Hay tres pilares innegociables para cambiar las reglas del juego:
- Tecnología integrada, no aplicaciones aisladas
En Occidente, los negocios locales sufren en un ecosistema fragmentado. Pagos en una aplicación, créditos en otra, y logística en una tercera. Nada se comunica, nada funciona en conjunto.
China hizo lo opuesto. Creó superapps donde todo está integrado: pagos, financiamiento, análisis de datos e incluso inteligencia artificial para optimizar el inventario. ¿Qué tan complicado sería replicar esto en Occidente?
- México podría integrar CoDi, la plataforma de pagos del Banco de México, con un sistema de préstamos basado en transacciones en tiempo real.
- España podría convertir Bizum en una herramienta financiera multifuncional, no solo un medio de transferencias.
El modelo ya existe. Lo único que falta es voluntad.
- Crédito dinámico, no estático
El FICO Score, el CRIF Score y todos sus homólogos occidentales son reliquias del siglo XX. Evalúan negocios como si fuesen individuos y castigan a quienes operan fuera del circuito bancario tradicional. Una empresa con flujo de caja sólido puede ser rechazada por un banco simplemente porque no utiliza tarjetas de crédito.
¿La solución? Reemplazar el crédito estático con modelos dinámicos.
- Considerar ventas en efectivo, registradas mediante códigos QR o aplicaciones.
- Usar tráfico en redes sociales y opiniones de clientes como métricas de confianza.
- Evaluar flujo de caja en tiempo real, conectando bancos y fintechs mediante API.
Esta información ya está disponible, solo se necesita aplicarla al financiamiento.
- Gobiernos como facilitadores, no como burócratas
En China, el Estado no discute sobre si debe intervenir o no: lo hace sin dudar. Y no con regulaciones asfixiantes, sino con inversión directa en los negocios locales.
- Subsidios inteligentes: En China, los pequeños negocios que se digitalizan reciben bonos estatales de hasta 5,000 USD. ¿Por qué no hacer lo mismo en Occidente?
- Alianzas público-privadas: Bancos y plataformas como Amazon o Mercado Libre podrían ofrecer créditos con tasas subsidiadas por el gobierno.
¿Es imposible? No. Es inconveniente para quienes lucran con la miseria financiera de los negocios locales.
El modelo que podría salvar a los Mario López
Veamos cómo funcionaría un sistema equitativo en la práctica.
Paso 1: Mario López registra su ferretería en una plataforma nacional para negocios locales, creada por el gobierno.
Paso 2: La plataforma conecta sus ventas en efectivo (a través de QR), sus redes sociales y su inventario.
Paso 3: Tras tres meses, recibe un préstamo preaprobado de 150,000 MXN (8,500 USD) al 12% anual, respaldado por un fondo estatal.
Paso 4: Con esos fondos, adquiere una camioneta para entregas. Sus ventas aumentan un 30% y la plataforma automáticamente ajusta su línea de crédito a 250,000 MXN.
Resultado: En dos años, Mario duplica su negocio y contrata a cinco empleados. El sistema no lo percibe como un riesgo, sino como una inversión.
Los obstáculos no son técnicos, son políticos
Que nadie se engañe: esto no se ha implementado porque nadie en el poder quiere que suceda.
- Los bancos occidentales generan 72,000 millones de dólares al año en comisiones y tasas de interés abusivas a los negocios locales. Si se estableciera un sistema justo, esa máquina de hacer dinero se detendría.
- Las fintechs depredadoras manejan un mercado de 600,000 millones de dólares. Si desaparecen las tasas del 130% anual, sus beneficios también.
- Los gobiernos prefieren discutir sobre ideología en lugar de realizar cambios pragmáticos. Mientras China construye modelos eficientes, en Occidente seguimos atrapados en debates estériles entre «libre mercado» y «socialismo».
No es que no se pueda hacer. Es que nadie quiere sacrificar la gallina de los huevos de oro.
El camino a seguir
Acción necesaria | Ejemplo práctico | Impacto esperado |
Integrar tecnología | Superapp nacional para negocios locales (pagos + crédito) | Reducción del 50% en tasas de interés |
Reformar crédito | Historial basado en ventas, no en deudas | 40% más negocios locales accediendo a préstamos |
Subsidios inteligentes | 5,000 USD por negocio que se digitalice | 25% más ventas en línea en dos años |
Zhang Wei no es un caso aislado. Es el estándar en China. Mientras tanto, Mario López sigue enfrentando un sistema que lo ve como un problema en vez de una oportunidad. La tecnología para cambiar esto ya existe. Los recursos para financiarlo sobran. Lo único que falta es la voluntad.
Y el tiempo, se agota.
Bonus:
«El sistema financiero occidental es un casino en el que el banco siempre gana y los negocios locales siempre pierden. China ha demostrado que hay otra forma, pero para replicarlo, primero hay que dejar de engañarse.»
— Ejecutivo anónimo de Moody’s, en entrevista en 2023.
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