Análisis de las opiniones sobre Prat, por José Hernández.


21 de mayo: los otros que escucharon a Prat por José Hernández



Cada 21 de mayo, los chilenos conmemoramos el mar, la historia y la valiente determinación del comandante Arturo Prat. Su célebre arenga resuena en nuestra memoria colectiva:
“¡Muchachos! La contienda es desigual, ¡pero ánimo y valor! Nunca hemos arriado nuestra bandera ante el enemigo, y espero que esta no sea la ocasión de hacerlo… Os aseguro que mientras yo viva, esa bandera flameará en su lugar…”


Y así ocurrió. Mientras la “Esmeralda” se enfrentaba a un oponente superior, Prat tomó una arriesgada decisión y saltó a la cubierta con su sable en mano, solo para ser abatido poco después. Su acto fue valiente, dejando la interrogante: ¿fue realmente un acto en solitario?


Ha existido siempre la pregunta: ¿acaso nadie lo siguió? ¿Quién más se lanzó al Huáscar junto a él? La respuesta, como suele suceder con la historia, se encuentra entre relatos y anécdotas que han perdurado a lo largo del tiempo.


Según testimonios de la época, justo antes del famoso salto, Prat habría exclamado otra de sus memorables frases:
“¡Al abordaje, muchachos!”. Sin embargo, un hecho trágico ocurrió: en ese preciso instante, un par de disparos resonaron. El estruendo fue tan fuerte que muchos en la tripulación no escucharon el llamado. Solo vieron al comandante lanzándose hacia su destino final. En medio del caos, el eco de su valentía se desvaneció, aunque no por completo.


Uno que sí escuchó fue el sargento Juan de Dios Aldea, quien con admirable tenacidad también se lanzó al Huáscar. Peleó con ferocidad hasta caer gravemente herido y fallecer poco después. Su nombre, al igual que el de Prat, quedó grabado en la historia.


Otro personaje notable fue el marinero Arsenio Canave, cuya historia bordea lo legendario. Algunos testigos afirman que logró saltar al buque enemigo, mientras que otros sostienen que cayeron al mar en su intento. Se dice que murió dos veces: primero en el océano y luego, al alcanzar la cubierta del Huáscar, peleando hasta el final. “Murió dos veces”, comentan con dramatismo quienes destacan su valentía.


Además, se menciona al naval Luis Ugarte, a quien se le atribuye haber realizado el abordaje y luchar con valor antes de caer. Tanto Canave como Ugarte habitan en esa zona difusa entre la versión oficial y las historias de los sobrevivientes. Aunque no hay certezas absolutos, hay consenso en que ambos fueron hombres de gran coraje.


Al recordar este 21 de mayo, no solo honramos a Arturo Prat, sino también a aquellos hombres que, en medio del estruendo y el caos, intentaron seguirlo. El heroísmo no siempre surge de montones; a veces se halla en unos pocos que deciden actuar cuando el resto aún duda.


La naturaleza caótica del combate naval provoca que los registros de aquel día sean imprecisos. La historia no siempre ofrece certezas, pero sí nos brinda símbolos poderosos. En este caso, el acto de Prat y de quienes lo acompañaron representa un ideal: el de una tripulación unida en la convicción de luchar por algo que trasciende a cada uno de ellos.


José Pedro Hernández



Historiador y académico




Universidad de Las Américas

Con Información de chilelindo.org

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