Se han registrado más de 30 réplicas tras el sismo de magnitud 5.3 del miércoles pasado.
En los últimos días, se ha observado una serie de sismos en el Parque Nacional Fray Jorge, ubicado en la comuna de Ovalle, Región de Coquimbo. Esta es la misma área donde ocurrió el terremoto de magnitud 8.3 en septiembre de 2015.
Marco Cisternas, académico del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), comentó que «en Chile, es habitual que ocurran pequeños temblores», un fenómeno relacionado con la interacción entre la placa de Nazca y la placa Sudamericana. Sin embargo, advirtió que los recientes movimientos en Fray Jorge «son temblores más intensos y perceptibles para la población».
En cuanto al origen de esta actividad, Cisternas señaló que «los científicos todavía no podemos comprender completamente el aumento en la magnitud de los temblores». Es posible que se trate de réplicas tardías del sismo de 2015 o que indique un proceso de reactivación sísmica en la zona.
El investigador también destacó que el terremoto de 2015 «liberó una considerable cantidad de energía acumulada en la región», por lo que, en caso de que ocurra un nuevo evento, «no debería ser un terremoto de gran magnitud». Aun así, indicó que las áreas al norte o al sur de esta región podrían contener más energía acumulada, aumentando el riesgo de eventos sísmicos significativos.
Respecto al impacto de la geografía en los terremotos, Cisternas aclaró que la sismicidad se origina por el contacto de las placas a unos 40 kilómetros de profundidad, por lo que «la geografía superficial no debería influir en la sismicidad». Sin embargo, mencionó que accidentes geográficos como penínsulas pueden coincidir con límites de segmentos tectónicos, lo que podría influir en la extensión de las rupturas sísmicas.
En este sentido, Cisternas indicó que el Parque Nacional Fray Jorge se encuentra «inmediatamente al sur de la Península Lengua de Vaca», recordando que en eventos anteriores, como el terremoto de 2010, la Península de Arauco actuó como un límite de ruptura, y en 1960, la zona afectada se extendió entre Arauco y la Península de Taitao.
Finalmente, Cisternas sugirió que la actual actividad sísmica podría ser resultado de «una reactivación del mismo segmento que se rompió en 2015 o parte de su proceso de cicatrización».
Con Información de hoysantiago.cl