Académica de la Usach examina el papel de las mujeres en las matemáticas y destaca la autolimitación en el campo.

La temperatura en Santiago no supera los doce grados. Son las 10 horas del segundo lunes de junio y la académica Andrea Pinto Vergara está dando una clase de Álgebra a los estudiantes de primer año de Tecnología en Alimentos en la Facultad Tecnológica de la Universidad de Santiago de Chile (Usach). En la sala hay once jóvenes, todos preparados con sus calculadoras. Hoy aprenderán sobre progresiones geométricas.

“Para entender una progresión geométrica, primero es necesario comprender la sucesión geométrica, que se define cuando la razón entre términos consecutivos es constante R”, subraya Andrea.

Al finalizar la clase, se apresura a dirigirse a la Facultad de Ciencias, donde impartirá el Taller II de Herramientas Didácticas para Matemáticas a los estudiantes de octavo semestre de Pedagogía en Matemática y Computación. En esta sesión, los alumnos imaginan cómo debería ser una clase ideal y concluyen viendo un documental sobre la innovadora experiencia educativa de las hermanas Olga y Leticia Cossettini, realizada entre 1936 y 1950 en Rosario, Argentina. Andrea cerrará el día enseñando Cálculo II a los estudiantes del plan común de Ingeniería Civil. Aunque ha sido un día frío e intenso, esta destacada docente mantiene una sonrisa constante.

Andrea Pinto es profesora del Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación de la Usach, está trabajando en su doctorado en Educación y también es escritora. En 2022 publicó el libro “El viaje del Uno” (Editorial Universidad de Santiago de Chile), una obra de divulgación científica para jóvenes que cuenta con ilustraciones de Nacha Márquez y ha sido galardonada con el Fondo VIME 2021.

En una entrevista con La Nación, reflexiona sobre lo que implica ser mujer en el campo de la matemática en Chile, reivindica su papel y aborda los desafíos de esta disciplina.

El 12 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Mujer Matemática. ¿Cuál es el origen de esta fecha?

-Se instituyó en honor al nacimiento de la Dra. Maryam Mirzakhani, una extraordinaria matemática iraní y profesora en la Universidad de Stanford, quien hizo historia en 2014 al convertirse en la primera mujer en recibir la Medalla Fields, considerado el Nobel de las matemáticas. Murió a los 37 años debido a un cáncer de mama, dejando una profunda huella en muchas de nosotras. Su legado nos muestra que las mujeres podemos alcanzar las cumbres del pensamiento matemático, que nuestro lugar está en la creación, la investigación y la innovación. Recordar su influencia inspira a futuras generaciones de jóvenes que aspiran a contribuir en el ámbito científico. Maryam nos dejó la certeza de que ¡podemos hacerlo! Y ese mensaje resuena en todo el mundo.

Aunque existe un día conmemorativo, ¿tienen las mujeres matemáticas en Chile todas las oportunidades que necesitan para desarrollarse?

Desde hace años, las mujeres apasionadas por la matemática hemos encontrado oportunidades de desarrollo en Chile y en gran parte de Latinoamérica. Sin embargo, en otras regiones del mundo persisten restricciones que limitan el acceso femenino a la educación. Por ejemplo, en el Medio Oriente, aunque la educación primaria para niñas no está prohibida, hay conflictos y regímenes que dificultan su asistencia a la escuela, llegando a requerir el “permiso” de un tutor masculino. En Afganistán, el régimen talibán prohíbe la educación secundaria para niñas mayores de 12 años, y eso sigue ocurriendo en 2025.

¿Cuál consideras que es la principal dificultad que enfrentan las mujeres en matemáticas?

Es una pregunta compleja. Lo ideal sería poder decir que no enfrentamos ninguna dificultad, especialmente en este cuarto del siglo XXI, pero hay muchas barreras presentes. Me resulta difícil señalar una como la principal. A veces, la barrera somos nosotras mismas. Nos autolimitamos, dudamos de nuestras capacidades y nos decimos que no podemos. Superar esta barrera interna es posible, pero también deberíamos reconocer que existen otras limitaciones impuestas por la sociedad. Por ejemplo, diversos índices comparan la producción de hombres y mujeres, presentándonos erróneamente como menos productivas, cuando en realidad, en productividad, superamos a los hombres.

Agrega: “En mi caso, además de enseñar, investigar y escribir, tengo dos hijos y muchas otras actividades que me definen: tejer, pintar, cocinar y cuidar el jardín. Creo que ha llegado el momento de que los hombres nos vean como un ejemplo a seguir, en lugar de tratar de imitar lo que ellos hacen”.

Algunas profesoras de educación media afirman que las niñas, aun sabiendo las respuestas, prefieren no pronunciarlas por miedo a equivocarse frente a sus compañeros. ¿Cuál es tu opinión al respecto y cómo podría cambiar esto?

Este fenómeno está profundamente arraigado en la historia de las mujeres matemáticas. Durante mucho tiempo, se prohibió a muchas niñas estudiar matemáticas porque eran consideradas un ámbito masculino. Nos decían que solo los hombres podían tener un pensamiento lógico y racional, mientras que nos catalogaban como “emocionales” e incapaces de comprender. Este legado histórico sigue afectando a las mujeres. Para revertir esta situación, necesitamos hablar y reflexionar al respecto, dar a conocer estas historias. Les invito a seguir mi podcast: “Matemática Mujer”.

INVESTIGANDO LA ANSIEDAD EN LOS PROFESORES

En tu rol académico, ¿observas un interés real en las jóvenes por estudiar carreras relacionadas con las matemáticas?

-Definitivamente. Los jóvenes muestran interés en carreras relacionadas con la matemática, dado que esta es fundamental en tecnología. Todas las ingenierías tienen como base la matemática, y hay múltiples carreras en campos como mecatrónica, medio ambiente, o nanotecnología. Aún hay mucho por hacer en el ámbito de la matemática y la brecha de género en las disciplinas STEM se ha ido reduciendo año con año, aunque seguimos enfrentando retos importantes.

Andrea, tu carrera académica ha sido exitosa, ¿cuál ha sido el mayor obstáculo que has enfrentado?

-Es complicado identificar un solo obstáculo, ya que hay muchos. Por el mismo trabajo, he recibido menos compensación que mis colegas hombres. En una ocasión, un profesor decidió ignorar a las mujeres en las clases. Además, muchos textos destacan el valor y la labor de los hombres sobre las mujeres. A menudo, me han “aconsejado” quedarme en casa cuidando a mis hijos, sugiriendo que mi esposo debería trabajar porque su salario es mayor. También me cuestionan sobre la atención de mis hijos cada vez que asisto a un congreso o cuando he de estudiar fuera del país. Uno de los comentarios que más me afectó provino de otra mujer, quien descalificó mi trabajo, argumentando que no era valioso y que mi formación no se equiparaba a la suya. La discriminación y la envidia, particularmente por parte de otras mujeres, son lo que más me ha dolido.

Ahora que eres Doctoranda en Educación, cuéntanos sobre tu tesis.

-Durante la pandemia, comencé a inclinarme hacia la neurociencia. Quería diseñar situaciones de aprendizaje que ayudaran a comprender mejor la matemática. Sin embargo, sentía que faltaba la perspectiva cerebral en este proceso. Empecé a investigar la neurociencia para entender el aprendizaje a nivel cognitivo. Recuerdo un curso de diplomado en el que se abordaron las emociones, lo que resonó con lo que buscaba. Así que decidí investigar sobre la ansiedad en profesores en ejercicio, ya que considero que es una emoción clave en los docentes que guían los procesos de aprendizaje en sus alumnos.

Agrega: “Un profesor puede contar con muchos recursos, el mejor material didáctico, pantallas interactivas, etc., pero al final, ¡es una persona! Y muchas veces, se pasa por alto. Existen estudiantes, apoderados, colegas y la sociedad en general que demandan cosas sin considerar que los docentes son personas, con emociones que les afectan y, por ende, impactan su labor. Esta investigación busca identificar los rasgos de personalidad de los profesores de matemática y su nivel de burnout, para entender mejor la ansiedad que pueden experimentar. Por ello, invito a todos y todas las profesoras de matemática a participar en mi estudio en ansiedaddocente.cl.

¿Qué opinas sobre la inclusión de las matemáticas en la educación del Papa Léon XIV?

-¡Es maravilloso! Hoy en día, el mundo carece de esa transdisciplina que solía ser parte del diario vivir. Nos hemos vuelto tan especializados en nuestras respectivas áreas (lo cual es positivo y ha traído avances), que hemos perdido conocimiento en muchas otras. Sin duda, su formación matemática ofrece al Santo Padre una visión más amplia y rica de la realidad.

La académica Andrea Pinto Vergara -a la izquierda- junto a la ilustradora Nacha Márquez durante el lanzamiento del libro “El viaje del Uno”.

Con Información de www.lanacion.cl

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