Unidades de Operaciones Especiales del Ejército de Chile certifican su destreza en combate mediante tácticas especializadas.

El Batallón de Paracaidistas N°1 Pelantaru, las unidades de comandos Leucotón, Galvarino y Lientur, así como la Agrupación de Fuerzas Especiales y la Agrupación Especial de Montaña de la Brigada de Operaciones Especiales (BOE) Lautaro del Ejército de Chile, fueron sometidos a una evaluación para verificar su disponibilidad operativa en relación a las tareas asignadas a este tipo de unidades.

Según el Ejército de Chile, el objetivo de esta actividad fue validar los conocimientos y la ejecución de destrezas fundamentales como tiro, atención médica, condición física y movilidad, así como diversas habilidades y competencias inherentes a los miembros de la BOE Lautaro, que opera bajo el Comando de Operaciones Especiales (Cope).

Esta certificación permite al Ejército de Chile garantizar que las unidades de Operaciones Especiales cumplen con altos estándares de entrenamiento y capacidades para actuar en distintos escenarios, reafirmando su compromiso con la excelencia y eficacia profesional en el cumplimiento de misiones estratégicas.

Rapidez, sorpresa y precisión

Las patrullas evaluaron su reacción, precisión y efectividad en el campo de Tiro de Operaciones Especiales, que incluyó tiro en polígono con blancos emergentes y móviles. Otra prueba fue Tratamiento Médico de Primera Respuesta, cuyo objetivo es priorizar la supervivencia del combatiente y el desarrollo de la misión mediante una atención eficaz en situaciones de combate.

Del mismo modo, en las canchas de Táctica de Pequeña Unidad y Movilidad Táctica, los operadores debieron planificar acciones militares basadas en habilidades, liderazgo, sincronización y adaptación al terreno para operar sobre un objetivo, así como desplazarse de manera eficiente, segura y encubierta en diferentes escenarios y condiciones.

Para el jefe del Departamento de Operaciones de la BOE Lautaro, mayor Bernardo Berger, “esta certificación es fundamental para garantizar que nuestras unidades estén listas para operar en cualquier circunstancia y escenario. Este proceso asegura que el entrenamiento que realizamos esté alineado con las exigencias reales que enfrentan las unidades de operaciones especiales».

El oficial destacó que esta evaluación «permite mantener la disponibilidad permanente, una característica esencial de nuestras Fuerzas Especiales. En definitiva, no solo nos prepara, sino que nos proyecta como una fuerza capaz de actuar con rapidez, sorpresa y precisión”.

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