Cuando Marco Rubio, secretario de Estado durante la Administración Trump y principal encargado de la política exterior, fue interrogado en el Senado sobre la continuidad del apoyo financiero y militar a Ucrania, su respuesta fue tanto clara como contundente: «Esta guerra debe llegar a su fin. El desafío que enfrenta Ucrania no es la falta de dinero, sino la escasez de ucranianos».