La OTAN ha establecido recientemente una nueva Fuerza Operativa o Task Force X para abordar las amenazas a las infraestructuras submarinas. Esta iniciativa incluye una flota de sistemas autónomos que ofrecen vigilancia continua, permiten detectar y seguir amenazas potenciales, y además, contribuyen a mejorar el conocimiento situacional en el contexto marítimo.