La Armada de Chile, a pesar de las limitaciones en su presupuesto, constituye el más efectivo recurso del Estado para ejercer de manera activa el control en el mar, ya que, debido a su geografía, es un país intrínsecamente vinculado al océano. Esta dependencia natural ha llevado a la creación del Plan Nacional continuo de Construcción Naval, el cual, junto a la abolición de la Ley Reservada del Cobre, está diseñado para desarrollar un programa de construcción a lo largo de los próximos 15 años. Gracias a un convenio con Vard/Fincantieri, en 2017 se dio inicio a la producción del actual AGB-46 Almirante Viel, que hasta la fecha representa el proyecto de construcción naval más complejo y avanzado realizado por ASMAR en Talcahuano.