Durante muchos años, el concepto de guerra había quedado relegado del ámbito intelectual y emocional de Europa. Sin embargo, la iniciativa de expansión de la Alianza Atlántica, la inestabilidad generada por el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, las fracturas en el proyecto europeo acentuadas por la política de Defensa, las tensiones con Estados Unidos, el debate nuclear y una serie de otras crisis están transformando el panorama político del Viejo Continente.