Fábricas y Maestranzas del Ejército (Famae) ha anunciado que ya están disponibles los corvos modelo Comando y Atacameño, reiniciando así la producción de esta emblemática arma blanca que define y es funcional para el soldado del Ejército de Chile.
De acuerdo a la Empresa Estratégica de Defensa de Chile, la icónica producción del corvo resurge con fuerza tras una larga pausa, combinando maquinaria recuperada de hace 50 años con la experiencia de artesanos que trabajaron en esa época.
El Corvo ha sido utilizado desde los inicios de la historia de Chile como una herramienta de trabajo, sirviendo para cortar sogas, cueros o para remover materiales en la búsqueda de salitre y minerales. Su uso militar se consolidó durante la Guerra del Pacífico (1879-1884), momento en el que se empleó como cuchillo de combate.
En la década de los 70, la filial Andes SAM de Famae fabricó corvos en serie, siendo los modelos Corvo tipo Comando, que presenta una curvatura de 90°, y el Corvo Atacameño, con una curvatura de 45°, adoptados por la totalidad del Ejército de Chile.
Características técnicas
Los corvos de Famae están disponibles en una variada gama de diseños, adaptándose a diferentes estilos y necesidades de los clientes, desde piezas más funcionales hasta modelos de colección que buscan atraer tanto a clientes tradicionales como a aquellos que requieren productos únicos y con historia.
Su hoja, fabricada en acero al carbono, cuenta con un tratamiento térmico que le otorga mayor resistencia. La empuñadura puede ser de polímero o de madera nativa nacional, y las terminaciones pueden ser en acabado cromado o en pintura de alta resistencia, en colores negro u ocre.
Cada corvo de Fábricas y Maestranzas del Ejército se entrega con un certificado de autenticidad, el cual indica el tipo de modelo y la fecha de producción.
Para adquirir esta icónica pieza llena de tradición, los interesados deben solicitar los corvos a la Gerencia Comercial de Famae a través del correo [email protected].