El patrullero oceánico OPV-83 Marinero Fuentealba de la Armada de Chile llevó a cabo su segundo despliegue de la Comisión Antártica (Comantar) 2024/2025 entre el 29 de enero y el 21 de febrero, durante el cual ejecutó diversas labores en el continente blanco.
Según la institución, en esta misión, la unidad brindó apoyo logístico a bases chilenas y participó en actividades científicas en Bahía Fildes, Rada Covadonga, Bahía Chile, Bahía Sur, Bahía Paraíso, Isla Snow e Isla Decepción, colaborando con las bases antárticas Capitán Arturo Prat, Eduardo Frei, Gabriel González Videla, Bernardo O’Higgins y Yelcho.
El buque de la Tercera Zona Naval transportó 4,5 toneladas de suministros hacia las diferentes bases antárticas, además de retirar cuatro toneladas de residuos, en el marco del Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, suscrito por Chile en 1991.
El OPV-83 Marinero Fuentealba realizó tareas de apoyo al Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) en la elaboración de cartografía y en el mantenimiento de estaciones de medición del nivel del mar en conexión con el Sistema Nacional de Alarma de Maremotos (SNAM).
La unidad también actuó como buque de servicio antártico en el contexto de la Patrulla Antártica Naval Combinada (PANC), colaborando con Argentina para la salvaguarda de la vida humana en el mar y la protección del medio ambiente marino ante posibles incidentes de derrames en las aguas del continente antártico.
Un desafío especial
El comandante del OPV-83 Marinero Fuentealba, capitán de fragata José Sandino, comentó que “la comisión que recientemente concluyó involucró variadas actividades como el mantenimiento e implementación de señalización marítima, apoyo al SHOA y apoyo logístico y transporte de personal entre diferentes bases en el Territorio Chileno Antártico”.
El oficial añadió que “operar en el Territorio Chileno Antártico supone un desafío especial, con largas jornadas de trabajo en un ambiente complicado y lejos del hogar, lo que requiere una fortaleza particular que la dotación a mi cargo cumple a la perfección”.
El suboficial y condestable del buque, Jorge Leal, indicó que «operar en el Territorio Chileno Antártico representa un reto, ya que se debe mantener la cohesión y unidad del personal en un entorno exigente, con condiciones climáticas cambiantes y peligrosas. Aporto mi experiencia a los patrones y al personal que realiza labores en tierra, siendo fundamental tomar todos los resguardos necesarios en las operaciones para prevenir accidentes.»
Por su parte, el subteniente y oficial de telecomunicaciones del patrullero, Joaquín Ossandon, destacó que “llegar a la Antártica es tanto un orgullo como un reto, ya que se trata de un área muy exigente donde las condiciones cambian, y el entorno es diferente al que normalmente operamos. Sin embargo, también es una zona majestuosa con paisajes únicos y un desafío para cualquier marino”.
La cabo 2° Litoral Camila Muñoz expresó que “durante este despliegue realizo labores de timonel y vigía, así como tareas de abastecimiento y apoyo en señalización marítima, carga y operaciones aéreas, destacando que el Territorio Chileno Antártico es realmente imponente y maravilloso”.