El remolcador ATF-66 Galvarino de la Segunda Zona Naval, junto a una aeronave Lockheed Martin P-3ACh Orion del Escuadrón de Exploración Aeromarítima VP-1 de la Aviación Naval de la Armada de Chile, llevaron a cabo un monitoreo del 6 al 10 de junio sobre el desplazamiento de una flota pesquera extranjera que transitaba del océano Atlántico hacia zonas de pesca en el océano Pacífico.
De acuerdo con la Armada de Chile, la operación fue coordinada por la Segunda Zona Naval y permitió la fiscalización de un total de 27 embarcaciones que navegaban por el corredor marítimo entre la salida del Estrecho de Magallanes y la costa frente a Constitución.
Durante el despliegue, que también incluyó un avión Vulcanair Aircraft P-68 Observer 2 del Grupo Aeronaval Talcahuano, se abarcó una superficie aproximada de 340.000 millas náuticas cuadradas, asegurando el cumplimiento de la normativa internacional vigente y protegiendo la integridad de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Chile.
Además de la vigilancia aérea, el operativo incorporó monitoreo satelital y el uso del sistema de identificación automática (AIS), integrándose al sistema de mando y control institucional para mantener un seguimiento continuo de la actividad pesquera en aguas adyacentes a la jurisdicción nacional.
Vigilancia marítima continua
Esta labor se enmarca en los compromisos asumidos por Chile a través de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y otros instrumentos internacionales orientados a la conservación y uso sostenible de los recursos marinos.
El comandante del ATF-66 Galvarino, capitán de corbeta Carlos Elgueta, subrayó la importancia de la operación de fiscalización marítima en la Zona Económica Exclusiva y en alta mar, dentro de las aguas de responsabilidad nacional.
«Nuestro objetivo es controlar las actividades extractivas, detectar eventuales infracciones y contribuir activamente a la protección de nuestro mar, en conformidad con la normativa vigente”, afirmó el oficial.
La Segunda Zona Naval anunció que continuará realizando patrullajes estratégicos a lo largo del año, reafirmando la presencia activa del Estado de Chile en el mar y fortaleciendo la fiscalización en los espacios marítimos de responsabilidad nacional.