Chile ha decidido finalizar el acuerdo establecido entre la Universidad Católica del Norte (UCN) y el Observatorio Nacional Astronómico (NAOC) de la Academia de Ciencias de China (CAS), que preveía la construcción de telescopios ópticos para la investigación de objetos cercanos a la Tierra. Esta decisión se debe a que el acuerdo fue firmado sin el respaldo ni la aprobación del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La creación de este centro en el cerro Ventarrones, en Antofagasta, generó inquietud en el Gobierno de Estados Unidos, ya que no se trataba exclusivamente de un proyecto académico de astronomía, como se había afirmado públicamente, sino de una infraestructura capaz de rastrear satélites en órbita, lo que podría tener repercusiones en el ámbito estratégico y de defensa.
En diciembre, Newsweek reportó que fuentes de inteligencia occidentales, con conocimientos del acuerdo, advirtieron que China podría incluir en el Transient Objects Monitoring Project (proyecto TOM) medidas de seguridad que limitarían el acceso de los chilenos a ciertas áreas del sitio, que estaba siendo construido y financiado por el Estado chino con una inversión de 80 millones de dólares.
Según Diálogo América, las condiciones impuestas por China para el uso de las instalaciones por científicos chilenos eran semejantes a las de la estación Espacio Lejano que opera en Neuquén, Argentina. El acuerdo para esta estación terrestre, gestionada por el General de Control de Lanzamiento y Seguimiento de Satélites del Ejército Popular de Liberación China, establece que Argentina no puede «interferir [con] o interrumpir las actividades normales».
El 6 de marzo, AthenaLab, un centro chileno de investigación en seguridad, divulgó un informe que citaba la investigación de Newsweek y afirmaba que estos observatorios no solo rastrean estrellas, sino que también «monitorean satélites, recopilan inteligencia y apoyan operaciones espaciales militares».
Acuerdo inválido
Según el medio digital Ex-Ante, la alerta proporcionada en enero por la exembajadora Bernadette Meehan sorprendió al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, que desconocía el acuerdo entre la UCN y el NAOC, ante lo cual se comprometió a investigar el asunto.
La Dirección Jurídica inició una revisión de las cláusulas requeridas para los convenios firmados por universidades chilenas en áreas estratégicas y detectó que, conforme a la ley, la UCN debió haber solicitado autorización antes de firmar el acuerdo; de lo contrario, no podría haberlo suscrito ni implementado sin el consentimiento y la validación de la Cancillería.
Altas fuentes gubernamentales le indicaron a Ex-Ante que las razones planteadas en enero por el Gobierno estadounidense parecieron razonables para el Gobierno de Chile, por lo que, tras conocer el análisis de la Dirección Jurídica, se decidió de inmediato dar por terminado el acuerdo entre la UCN y el Observatorio Nacional Astronómico de Chile, informando a Estados Unidos sobre esta resolución.
Este episodio generó un debate sobre los criterios que debe emplear Chile al autorizar infraestructura de observación espacial, especialmente si proviene de potencias con influencia tecnológica global. Algunos consideran que este caso pone de relieve la necesidad de avanzar hacia una estrategia nacional en temas espaciales, que contemple tanto el valor científico de estas instalaciones como sus posibles implicancias en geopolítica y seguridad.
Respuesta de la Embajada de China
La Embajada de la República Popular China en Chile emitió el 15 de marzo una declaración sobre el proyecto astronómico conjunto entre la Universidad Católica del Norte y el Observatorio Nacional Astronómico de China, suscrito en 2023, en respuesta a las preocupaciones planteadas por Estados Unidos.
«La cooperación astronómica representa un componente esencial de la colaboración científico-tecnológica entre China y Chile, basada en las ventajas complementarias de ambas naciones. Este intercambio se lleva a cabo bajo los principios de respeto y beneficio mutuo, igualdad y voluntariedad amistosa, cumpliendo estrictamente con las leyes y regulaciones chilenas, respaldado por los gobiernos, universidades e instituciones de investigación de ambos países”.
«Las instalaciones astronómicas binacionales en construcción operan con total transparencia en sus objetivos y funcionamiento, sin ningún fin inconfesable. La información sobre la cancelación del proyecto TOM por parte del Gobierno de Chile es incierta. Y la Universidad Católica del Norte, como socio del proyecto, ha subrayado que TOM representa una iniciativa internacional abierta y transparente, disponible para todos los que deseen participar, mostrando plena disposición para colaborar con la Cancillería de Chile en profundizar la comprensión sobre este proyecto”.
«Es significativo lo paradójico que ciertos países mantengan cientos de bases militares en el extranjero con decenas de miles de tropas estacionadas, mientras critican e interfieren en las legítimas colaboraciones tecnológicas entre otras naciones. Esta actitud es un claro ejemplo de hegemonismo y política de poder, perceptible por el pueblo chileno. Cualquier intento de interferir u obstruir la cooperación astronómica legítima entre China y Chile fracasará”.