La candidata a gobernadora por la región de Valparaíso, Pepa Hoffmann, enfrenta serios cuestionamientos debido a sus conexiones con figuras políticas implicadas en graves casos de corrupción y fraude al Fisco. La relación con el exalcalde de Algarrobo, José Luis Yáñez, y el ex CORE, Mauricio Araneda, ambos condenados por delitos de probidad, pone en duda su compromiso con la transparencia, por su también conocida conducta de nepotismo en la Municipalidad de Las Condes al poner a trabajar a su propio esposo con un sueldo millonario.
La campaña de Pepa Hoffmann para la gobernación de la región de Valparaíso se encuentra bajo un intenso escrutinio debido a sus antiguas relaciones con figuras políticas envueltas en graves escándalos de corrupción. Mientras Hoffmann busca convencer al electorado de su capacidad para liderar con integridad, sus conexiones con ex autoridades condenadas, como el exalcalde de Algarrobo José Luis Yáñez y el ex CORE Mauricio Araneda, parecen minar su credibilidad y respaldo ciudadano. Estas asociaciones cuestionan su capacidad para actuar en favor del bien público, considerando los antecedentes de quienes alguna vez fueron sus aliados cercanos.
José Luis Yáñez, quien fuera cercano a Hoffmann, fue investigado por desviar 1,300 millones de pesos de fondos municipales hacia una red de «amigos» y colaboradores mientras ejercía como alcalde de Algarrobo, un desfalco que impactó profundamente las arcas locales. Este caso de corrupción, donde se utilizaron recursos destinados al desarrollo de la comuna para beneficiar a cercanos, ha dejado una marca en la gestión pública de la región. La conexión de Hoffmann con Yáñez genera interrogantes sobre los criterios de probidad de la candidata y sus estándares al elegir a sus colaboradores.
Por otro lado, el ex CORE Mauricio Araneda, otro antiguo aliado de Hoffmann, fue condenado en 2021 por fraude al Fisco. Araneda, representante de San Antonio, fue sentenciado a 120 días de presidio y un año de suspensión de cargos públicos tras modificar vuelos y regresar a la región antes de lo programado en viajes oficiales, pero cobrando el monto completo de gastos que no realizó. Esta práctica generó un perjuicio fiscal, y aunque Araneda devolvió el dinero, su conducta dejó graves dudas sobre su ética en el servicio público.
La candidatura de Pepa Hoffmann a la gobernación de la región de Valparaíso genera preocupación por sus antecedentes de falta de probidad y transparencia. Su relación con figuras como el exalcalde José Luis Yáñez, condenado por desfalco en Algarrobo, y el ex CORE Mauricio Araneda, sentenciado por fraude al Fisco, revela un historial de conexiones cuestionables. Además, los pagos millonarios que su esposo recibió en la Corporación Cultural de Las Condes evidencian prácticas de nepotismo que preocupan a quienes temen que estas mismas prácticas puedan trasladarse a Valparaíso. La región enfrenta el desafío de elegir un liderazgo que asegure integridad, y el pasado de Hoffmann plantea serias dudas sobre si ella es la persona adecuada para ese rol.