La Agrupación Ruedas de Larmahue de Pichidegua está llevando a cabo un taller para la confección de azudas, una herramienta de riego característica de la región, como parte de su Plan de Fortalecimiento. Esta labor ha sido reconocida, otorgando a la zona el estatus de lugar típico y el reconocimiento de dos Tesoros Humanos Vivos.
Esta iniciativa es posible gracias a que la agrupación ha sido ratificada como Punto de Cultura Comunitaria, bajo el Programa impulsado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, con el respaldo de la Universidad de O’Higgins.
María Celis, tesorera de la agrupación y responsable del taller, comentó que han gestionado esta actividad dentro de las múltiples planificaciones para el año. El objetivo es rescatar tradiciones y fomentar la participación de la comunidad en la elaboración de azudas.
La relevancia de ser parte de este programa ha permitido que la agrupación desarrolle proyectos con enfoque de género e inclusión. Esto ha posibilitado la participación de personas de diversas identidades de género, así como de niños con síndrome de Down y del espectro autista.
Óscar Montedónico, secretario de la agrupación, resaltó la importancia de recuperar el patrimonio de las azudas, fundamentales tanto como sistema de riego como por su valor histórico y su relevancia actual en el contexto de los desafíos climáticos.
Silvana Arriaza, una participante habitual en los talleres de la agrupación, resaltó la importancia de la participación de la comunidad para mantener vivas las tradiciones locales. Destacó la necesidad de una mayor promoción para involucrar a más personas en el rescate de su patrimonio.
El seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la Región de O’Higgins, Cristo Cucumides Litin, elogió el esfuerzo de la agrupación en el fortalecimiento y preservación del patrimonio local. Clemencia González, directora de la Dirección de Cultura, Patrimonio y Extensión, reafirmó el compromiso de apoyar el plan de fortalecimiento de la agrupación.
El taller sobre la confección de azudas también incluyó la implementación de una guía metodológica que permitió a los participantes familiarizarse con su patrimonio y plasmarlo en la guía en desarrollo.
La guía metodológica está a cargo del Centro de Estudios e Investigación La Grieta. Su cofundadora, María Ignacia Borgeaud, destacó la importancia de abordar el patrimonio desde la educación patrimonial y visibilizar los oficios y conocimientos territoriales enriqueciendo la comunidad.
Con Información de chilelindo.org