Es crucial asegurarse de que cada gato reciba una nutrición adecuada, ya que sus necesidades pueden variar según su raza, salud, edad y tamaño. Algunos gatos pueden tener comportamientos complicados relacionados con la alimentación, como la exigencia extrema o la obesidad, por lo que es importante prevenir problemas a largo plazo.
Los gatos que viven en interiores necesitan alrededor de 20 calorías por libra de peso corporal, aunque este valor puede variar y es recomendable ajustarlo con la ayuda de un veterinario. Por otro lado, los gatos que pasan tiempo al aire libre necesitan consumir al menos 35 calorías por libra debido a su mayor actividad física. Por ejemplo, un gato de 10 libras debería consumir aproximadamente 200 calorías al día. Si se busca perder peso, se aconseja reducir la ingesta en 40 calorías diarias por cada libra de exceso y ajustar la dieta según sea necesario.
El metabolismo de cada gato influye en la cantidad de calorías que necesita, por lo que no todos requieren la misma cantidad exacta. Además, se recomienda alimentarlos al menos tres veces al día y variar su comida regularmente para evitar que se vuelvan selectivos.
Algunos gatos pueden comer con ansiedad, lo que puede llevar a problemas como el vómito. Para evitarlo, se pueden utilizar comederos interactivos que estimulen su actividad mental y los obliguen a comer más lentamente.
La dieta de un gato debe estar compuesta principalmente por carnes, grasas y fibra, ya que son animales carnívoros. Las grasas son esenciales para su nutrición, y la fibra debe incluirse en cantidades controladas y según las indicaciones de un veterinario.
Es esencial que cualquier cambio en la alimentación de un gato sea supervisado por un veterinario para asegurar que se adapte a sus necesidades individuales y contribuya a su bienestar general.
Con Información de chilelindo.org