Explorando el universo durante una década: Interstellar

‘Interstellar’ (2014) comienza con una reflexión provocadora sobre la existencia humana: «La humanidad nació en la Tierra. Nunca debería morir aquí». Esta cita evoca las ideas de Konstantin Tsiolkovsky, un visionario ruso del siglo XX, que afirmó: «La Tierra es la cuna de la humanidad, pero la humanidad no puede vivir en una cuna para siempre». Este mensaje poderoso se convierte en el eje central de la trama, desafiando al espectador a confrontar el incierto futuro de nuestra especie y la necesidad de explorar territorios desconocidos.

Exploración más allá de la Tierra: En busca de un nuevo hogar.

A diferencia de otras distopías de Hollywood como ‘Mad Max’ (1979), ‘Los juegos del hambre’ (2012) y ‘El cuento de la criada’ (2017), ‘Interstellar’ se destaca por su representación inquietante de un futuro que parece alarmantemente cercano y realista, reflejando las preocupaciones actuales. Similar a la serie de HBO ‘The Last of Us’ (2022), donde la humanidad enfrenta las consecuencias devastadoras de una pandemia, la obra de Nolan nos sumerge en un mundo apocalíptico afectado por una grave crisis climática y una escasez de alimentos.

En 2067, la Tierra está al borde de una catástrofe ambiental que amenaza la vida humana. En este panorama desolado por tormentas de polvo y escasez de alimentos, Cooper (Matthew McConaughey), un ex piloto de la NASA, siente que como agricultor no puede contribuir a un futuro mejor para sus hijos, Tom (Timothée Chalamet, Casey Affleck adulto) y Murph (Mackenzie Foy, Jessica Chastain adulta). Su insatisfacción con la vida rural y su anhelo de algo más significativo lo llevan a descubrir unas misteriosas coordenadas que lo llevan, junto a Murph, a una base secreta de la NASA.

En ese lugar, el Dr. Brand (Michael Caine) y su hija Amelia (Anne Hathaway) lideran un proyecto urgente para encontrar nuevos mundos habitables a través de viajes interestelares. Reconociendo las habilidades de Cooper como piloto, lo invitan a unirse a la misión más arriesgada de la historia: dirigir una expedición a través de un agujero de gusano en busca de un planeta donde la humanidad pueda comenzar de nuevo. A pesar del dolor de dejar a sus hijos, Cooper decide emprender esta misión que podría salvar a la humanidad, incluso si significa no volver a ver a su familia.

La visión de Spielberg: Los inicios de una odisea espacial.

La historia de ‘Interstellar’ se remonta a 2006, cuando Steven Spielberg se interesó en una idea desarrollada por el físico teórico Kip Thorne, conocido por sus estudios sobre relatividad y agujeros negros. Spielberg planeaba explorar visualmente conceptos de “espacio-tiempo” en este nuevo proyecto. Adquirió los derechos de la idea y Jonathan Nolan comenzó a trabajar en el guion, basándose en las teorías de Thorne.

Inicialmente, Spielberg tenía previsto dirigir la película después de completar ‘Lincoln’ en 2012, pero se vio obligado a abandonar el proyecto en 2007 al no llegar a un acuerdo con Paramount, el estudio detrás de ‘Interstellar’. A pesar de su salida, la visión de Spielberg dejó una profunda influencia en las bases que Nolan estableció, combinando la ciencia ficción con realidades científicas, lo que llevó a una meticulosa exploración de conceptos científicos sin perder el interés narrativo.

Nolan se propuso crear una película que no solo entretuviera, sino que también despertara el interés por la ciencia y la exploración espacial. Su fascinación por el espacio se remonta a su infancia. Recordando esa época, comentó: «Cuando comencé a hacer cortometrajes en Super-8, solía incluir imágenes de las misiones Apolo, sacadas de mi tío que trabajaba en la NASA, en mis películas caseras».

La ciencia ficción y el camino hacia nuevas fronteras.

Diez años después de su estreno, ‘Interstellar’ ha dejado una marca indeleble en la historia del cine y ha estimulado el diálogo sobre la ciencia y la exploración espacial. La película ha inspirado a las generaciones más recientes a soñar con un futuro en el que la ambición colectiva de explorar el espacio renazca con fuerza. Producciones de ciencia ficción como ‘Gravity’ (Alfonso Cuarón, 2013), ‘The Martian’ (Ridley Scott, 2015) y ‘Arrival’ (Denis Villeneuve, 2016) han reavivado el interés por la astronomía.

Este renovado entusiasmo por la exploración espacial se ha traducido en iniciativas tangibles, como el programa Artemis de la NASA, que busca llevar de nuevo a los humanos a la Luna y, eventualmente, a Marte. La visión de ‘Interstellar’ y otras grandes producciones del género ha despertado un nuevo interés por el cosmos y los límites del conocimiento científico. En 2023, la NASA registró un récord de solicitudes para su programa de astronautas, con más de 12,000 aspirantes. Este creciente entusiasmo demuestra cómo el cine ha renovado la esperanza de alcanzar otros mundos, motivando a una nueva generación a mirar hacia el espacio.

Para Nolan, este espíritu inspirador de colaboración se hizo patente en un momento crucial cuando, poco antes de comenzar ‘Interstellar’, asistió con su esposa y productora habitual, Emma Thomas, a la llegada del transbordador Endeavour a Los Ángeles. «Había mucha gente en la colina con banderas. Fue muy emotivo», recordaba el director. «Y ahí radica lo maravilloso del programa espacial de la NASA: representa lo mejor del ingenio estadounidense, un esfuerzo conjunto… algo que todos podemos lograr unidos. Hay cosas magníficas que podemos hacer colectivamente, y ‘Interstellar’ también intenta recordárnoslo».