El frente en Ucrania enfrenta la posibilidad de colapsar ante la ofensiva en aumento por parte de Rusia.

Durante el periodo entre el 1 de septiembre y el 3 de noviembre se han conquistado más de 1.000 km2, lo que indica un aumento en la presión en los últimos meses. Las áreas más afectadas son Kúpiansk en Járkiv y Kurájove en Pókrovsk, Donetsk. Kúpiansk y regiones al este del río Oskil fueron tomadas durante la ofensiva de Járkiv en 2022, pero Rusia las ha recuperado gradualmente. Imágenes muestran un convoy ruso repelido tras avanzar en Kúpiansk. En otro frente, después de retener Vugledar en octubre, Rusia se enfoca en Kurájove. Las fuerzas ucranianas defienden la ciudad, resistiendo ataques desde diferentes frentes. Rusia utiliza una táctica de «mandíbulas poderosas» para rodear y debilitar las defensas. La destrucción en Kúpiansk es evidente y el avance ruso ha tomado gran territorio en Ucrania. A pesar de los avances, Rusia ha sufrido muchas bajas y se enfrenta a obstáculos estratégicos. La incursión de Ucrania en Kursk, aunque tácticamente brillante, ha sido un error estratégico. Los expertos analizan el impacto de esta operación en el conflicto. Ucrania sostiene el control de ciertas regiones con ayuda de misiles de EE.UU. Pero la situación en Kursk es volátil y podría influir en futuras negociaciones.

Con Información de chilelindo.org

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