El compromiso del Estado con la Educación Parvularia Pública se ve reflejado a lo largo de 160 años.

En el año 2024, la Educación Parvularia Pública en Chile conmemora un hecho relevante: 160 años desde su establecimiento, lo que representa más de un siglo y medio de historia. Este aniversario destaca la solidez y los progresos notables de un sistema educativo que se ha adaptado a las transformaciones de una sociedad globalizada.

A lo largo del tiempo, expertos han coincidido en que la educación parvularia es fundamental para el desarrollo integral y el bienestar de los niños, sentando las bases para su reconocimiento y valoración como individuos con derechos y participación activa en la sociedad, en línea con las políticas públicas.

En Chile, la educación parvularia pública ha enfrentado desafíos como la ampliación de su cobertura luego del retorno a la democracia en los años ’90, y la mejora de la calidad educativa, reflejada en las Bases Curriculares de la Educación Parvularia. Además, se han realizado avances institucionales y regulatorios, como la creación de la Subsecretaría y la Intendencia de Educación Parvularia en los 2000, demostrando el compromiso estatal con este nivel educativo crucial.

La celebración de los 160 años no solo reconoce los logros, sino que también impulsa hacia una educación parvularia de calidad que permita a los niños aprender jugando, descubrir y transformar el mundo. Asimismo, promueve el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, a través de la colaboración entre los equipos docentes y las familias, como se detalla en la Carta de Navegación 2024-2026 de la Fundación Integra, que este año cumple 34 años ofreciendo educación parvularia a más de 82 mil niños en todo Chile.

Esta celebración también nos invita a reflexionar sobre cómo la educación parvularia pública contribuye a una sociedad inclusiva, justa y democrática, reconociendo y valorando la diversidad familiar. Es esencial fortalecer los lazos entre educadores y familias para apoyar la trayectoria educativa de los niños, reconociendo su individualidad en entornos educativos amorosos, inclusivos y seguros. Finalmente, es fundamental entender la educación como un derecho humano desde los primeros años, asegurando así el desarrollo integral de los niños con dignidad y plenitud.

Carlos González Rivas, Director Ejecutivo, Fundación Integra.

Con Información de chilelindo.org

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