Recientemente, la región ha enfrentado una situación crítica con numerosos incendios de pastizales y bosques, así como con los habituales llamados a los bomberos de cada comuna. Este escenario ha llevado a un uso intensivo de los recursos regionales para hacer frente a las diversas emergencias.
Con el leve aumento de las temperaturas, los incendios han comenzado a surgir simultáneamente, lo que indica que nos dirigimos hacia una complicada temporada de incendios forestales. Este problema se ve agravado por las lluvias tardías que han alimentado el crecimiento del pasto, convirtiéndolo en material inflamable.
Es esencial que los organismos de emergencia estén preparados para responder rápidamente y eficazmente a estos eventos, pero lo ideal es prevenir su ocurrencia. La prevención es urgente: se debe crear conciencia sobre los peligros de encender fuego, arrojar colillas de cigarrillos o dejar recipientes inflamables, y es fundamental que tanto los propietarios privados como las instituciones públicas dispongan de recursos para evitar los siniestros. Esto incluye la limpieza de terrenos baldíos en zonas urbanas y rurales, así como en áreas cercanas a viviendas que puedan estar en riesgo. Las entidades públicas deben contar con los recursos y la autoridad necesarios para llevar a cabo estas tareas de prevención, y en caso de incumplimiento, los responsables deben ser responsabilizados. No podemos permitirnos gastar millones en apagar incendios que podrían evitarse con simples labores de mantenimiento. Una solución práctica sería imponer como pena alternativa, en caso de infracción, que los responsables se encarguen de cortar parte de los pastizales como trabajo comunitario.
Luis Fernando González V
Subdirector.
Con Información de chilelindo.org