Por Álvaro Vogel Vallespir – Historiador y Profesor.
La historia se basa en una serie de acontecimientos interconectados que, con el tiempo, pueden alcanzar dimensiones globales. Sin embargo, ciertos eventos trascienden su época y espacio, convirtiéndose en hitos que transforman paradigmas de manera duradera. Este fue el caso de la reunificación alemana tras la caída del Muro de Berlín, marcando el fin de una era.
A menudo, el cierre de la Guerra Fría se asocia con dos eventos emblemáticos: la caída del Muro y la disolución de la Unión Soviética. Sin embargo, esta percepción es engañosa, ya que la mentalidad de guerra perdura incluso en la actualidad. Preguntémonos si Vladimir Putin y Volodímir Zelenski creen que su enfrentamiento actual está conectado de alguna forma con el pasado.
El propósito de esta columna es reflexionar sobre la caída del Muro, que recientemente cumplió 35 años, y su conexión con el conflicto entre Rusia y Ucrania, un asunto que parecía que ya habíamos superado. Revisaremos aristas olvidadas de la historia reciente con el objetivo pedagógico de aprender de los errores de generaciones pasadas.
Francis Fukuyama, la Democracia y el Fin de la Historia: ¿Su postura se sostiene hoy?
El ensayo de Fukuyama, de ascendencia japonesa, se presenta como un vaticinio que no se concretó como se esperaba. La idea del ‘fin de la historia’ fue formulada durante el cierre de la Guerra Fría, pero resultó ser utópica. A pesar de sus ambiciones, la historia permanece en una constante subjetividad, independientemente de la rigurosidad con que se busque tratarla.
Fukuyama argumentó que el triunfo de la democracia sobre el fascismo y el socialismo cerró un ciclo ideológico, pero su teoría no contempló la riqueza de matices que aún persisten en el mundo político actual. La democracia renació en el contexto de los años noventa, un momento que no estaba aún gravemente afectado por la manipulación informativa prevalente hoy en día.
En Chile, la corrupción siempre ha minado la democracia, desde los sobresueldos en el gobierno de Aylwin hasta los fraudes actuales. A medida que la gente sigue sufriendo las consecuencias, se ha quebrantado la confianza entre el ciudadano y la clase política, que parece haber perdido la ética de sus actos.
Fukuyama facilitó la justificación de un sistema económico liberal ampliamente difundido. Después de la caída del Muro, su afirmación de que este suceso significaba el fin de la evolución ideológica de la humanidad resulta cuestionable. Las decisiones geopolíticas de hoy muestran que aún hay rivalidades vigentes que contrastan con su visión del mundo.
La caída del Muro y el ascenso de la democracia en Alemania refuerzan, sin embargo, la noción de Fukuyama sobre un cierre ideológico, con similitudes en las reflexiones de Marx y en ciertas creencias religiosas. La idea de que hemos dejado de arriesgar nuestras vidas por ideas, privilegiando ahora la acumulación de riqueza y el cambio climático, es un punto crucial en su argumentación.
La Rusificación de Ucrania: ¿Un retroceso en el equilibrio de poderes posterior a la Guerra Fría?
La relación entre Rusia y Ucrania es un conflicto antiguo, pero en el marco actual ha tomado un nuevo giro tras el estallido que comenzó el 24 de febrero de 2022. La pérdida de vidas, el desplazamiento forzoso y la destrucción económica generan incertidumbre acerca de su desenlace.
La historia de los pueblos eslavos muestra que la división ha sido parte de su evolución cultural. A medida que la identidad ucraniana se forjaba, Rusia buscaba dominar sus territorios. Hoy, la narrativa de que los rusos son los propietarios de Kiev no justifica una rusificación efectiva de Ucrania, que se resiste a perder su identidad consolidada.
A medida que la OTAN se expande, el conflicto actual refleja tensiones que datan de la Guerra Fría. La invasión a Ucrania es una reacción de Putin frente a lo que él considera una provocación por parte de la Alianza Atlántica, apuntando a un regreso a modelos del pasado que no tienen cabida en la actualidad.
Erich Honecker y Gorbachov en Chile
Estos dos líderes del contexto de la Guerra Fría visitaron Chile en circunstancias completamente opuestas, retratando el colapso de su legado. Gorbachov, símbolo del cambio, contrastaba con Honecker, que suplicaba asilo en un país que por fin estaba buscando salir de la oscuridad de la dictadura.
Honecker llegó en medio de la controversia, creando tensiones diplomáticas con su asilo. Su situación dejó evidentes consecuencias para Chile, sorprendiendo a la comunidad internacional y sacudiendo las ya frágiles dinámicas políticas.
Epílogo y propuestas
Ciertamente, la transición hacia la democracia en Chile estuvo marcada por el fin de la Guerra Fría. A lo largo de este proceso, nos enfrentamos a desafíos socioeconómicos. La desigualdad marcada entre los que acumulan riqueza y aquellos que apenas sobreviven constituye una amenaza para la democracia.
Los problemas económicos van de la mano con la necesidad de una adecuada revisión constitucional que se enfoque en un horizonte sostenible y que no esté guiada por intereses políticos mezquinos. Debemos priorizar el bienestar común y la educación como un pilar fundamental del futuro chileno.
El reto es construir una democracia donde prevalezca el respeto a la ley, la igualdad y la ética en la política. Solo así podremos aprender de la historia y evitar que los errores del pasado nos sigan afectando.
Con Información de chilelindo.org