En los últimos días, ha surgido un nuevo escándalo en torno al expresidente argentino Alberto Fernández, tras la difusión de un video que lo muestra en una situación comprometida junto a la columnista Tamara Pettinato. Las imágenes fueron tomadas en la Casa Rosada y muestran a Fernández y Pettinato en una conversación íntima que ha despertado polémica en los medios y entre la opinión pública.
El video generó un intenso debate, especialmente en el contexto de las recientes acusaciones de violencia de género presentadas por la ex primera dama, Fabiola Yañez, contra Fernández. Estas acusaciones han puesto al expresidente en una situación complicada, exacerbando el interés y escrutinio público sobre su vida personal y su comportamiento durante su mandato.
En el programa de radio Ernesto Tenembaum, Tamara Pettinato -también integrante de la plataforma de streaming “Blender”- defendió su relación con Fernández, argumentando que su presencia en la Casa Rosada y en la Quinta de Olivos durante la pandemia fue puramente profesional y que no emitiría más razones a un tema -según ella- puramente personal. Pese a ello, la divulgación del video reavivó las críticas y la especulación sobre la naturaleza de su vínculo con el expresidente.
La defensa de Pettinato incluye críticas hacia el enfoque mediático en las visitas femeninas que Fernández recibió durante su presidencia. Y aseguró que este tipo de atención refleja un sesgo en cómo se perciben las relaciones personales y profesionales de las mujeres en la esfera política.
Este incidente añade un nuevo capítulo a la serie de controversias que han rodeado a Alberto Fernández, cuya gestión ya había sido objeto de diversas críticas por su manejo de la pandemia y su vida personal. El video, y las reacciones que provocaron, subrayan la continua y compleja percepción de múltiples líderes públicos.