La Corte de Apelaciones de Iquique ordenó que Banco Santander indemnice a una clienta que fue víctima de fraude bancario, debido a la falta de protección de sus datos personales. El banco deberá pagar $4.206.240 por daño emergente y $500.000 por daño moral. La demandante sufrió transacciones fraudulentas que sumaron más de $3 millones, de las cuales el banco reembolsó solo una parte. Se destacó el daño emocional sufrido por la clienta, que derivó en consultas médicas y afectaciones psicológicas. Además, se multó al banco con 10 UTM por incumplir la Ley de Protección de los Derechos de los Consumidores. La resolución es susceptible de recursos procesales por parte de las partes involucradas.
Con Información de chocale.cl