Ante la Competitiva Candidatura de Aldo Duque, la Colectividad Apuesta por Desbordes, aunque la UDI aún No Está Convencida.
En un giro sorpresivo dentro del escenario político de Chile, Sebastián Sichel ha decidido retirar su candidatura a la alcaldía de Santiago.
Este retiro no solo abre un vacío en la representación de la derecha tradicional en la competencia, sino que también marca una división significativa dentro de la coalición.
Con Sichel fuera de carrera, figuras más extremas como Aldo Duque ganan prominencia, aunque no sin controversias internas.
La decisión de Sichel, según fuentes cercanas, responde a un desacuerdo con la dirección que está tomando el conglomerado ChileVamos, evidenciando una fractura en la unidad que previamente mostraba la coalición.
Sichel, que ha sido una figura relevante en la política chilena, mencionó que su único interés ha sido siempre «buscar lo mejor para Chile», lo cual parece estar en conflicto con las actuales dinámicas internas de su partido.
El abogado y comentarista Aldo Duque, conocido por sus posiciones más radicales, emerge como un nuevo protagonista en esta carrera, aunque sin el respaldo unánime del Partido Unión Demócrata Independiente (UDI).
Esta situación se complica aún más con la indecisión del diputado Guillermo Ramírez, quien retiene su apoyo a Mario Desbordes, exministro de Defensa y otra figura clave en la lucha por la alcaldía.
La derecha, que parecía consolidar un frente común hacia las próximas elecciones municipales, ahora enfrenta un escenario de incertidumbre y división.
La renuencia de Ramírez a respaldar a Desbordes y su propuesta de postergar cualquier decisión oficial hasta julio, plantea un reto significativo para la cohesión del grupo.
¿Cómo queda el panorama para ChileVamos?
Este panorama plantea interrogantes sobre la capacidad de ChileVamos para presentar un frente unificado en futuras contiendas electorales y cómo esta división podría afectar su desempeño en las urnas.
Con la salida de Sichel y el ascenso de figuras como Duque, la derecha chilena podría estar virando hacia un extremismo que aleja a algunos de sus miembros más moderados y, potencialmente, a un segmento del electorado que busca propuestas más centradas.
Los próximos meses serán cruciales para determinar la dirección que tomará la derecha en Santiago y si podrán superar estas divisiones internas para presentar un candidato que represente verdaderamente los intereses y la diversidad de sus bases.