España no controla la actividad de las organizaciones del narcotráfico en sus aguas territoriales y costeras, cuyas embarcaciones campan a sus anchas con impunidad, osada, chulera, desprecio a las normas, reglas y leyes, y con libertad en sus movimientos en abierto desafío a la autoridad del Estado, en lo que con total certeza se puede definir como una brecha en la seguridad nacional.
El 9 de febrero se producía el asesinato de dos guardia civiles en Barbate al ser embestida su embarcación semirrígida por una goma de narcos, en una acción deliberada en la que pudieron morir los seis que iban a bordo. Ello se sumaba a la impunidad con la que varias de estas embarcaciones del narcotráfico estuvieron más de 24 horas amarradas a boyas en el interior de los puertos de Barbate, Sancti Pectri y Conil los días 8 y 9 de febrero. El 13 de marzo se divisaron siete de estas embarcaciones fondeadas en las calas de Cabo Gata, y hasta siete más navegando por la zona durante varias horas sin respuesta alguna por la Administración.
El 27 de marzo hasta catorce gomas estaban refugiadas del temporal en la costa de Manilva amarradas a muertos, acudiendo a la zona una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil tras el aviso del alcalde la localidad, al dirigirse a interceptar a una que no había podido arrancar fue hostigada por las otras que estaban en la zona para impedirle los movimientos, hasta ser embestida en la aleta de estribor por una que le produjo daños en la obra muerta, de tal forma que tras estos movimientos las embarcaciones pudieron escapar.
Meses antes, se había producido el lanzamiento forzado al agua de varios migrantes irregulares frente a una playa del cao de Sancti Pectri, en horas diurnas y desde una semirrígida, con el resultado de cuatro muertos el 28 de noviembre, sin que ninguna embarcación del Estado hiciera acto de presencia ni interviniera. En enero una embarcación de Vigilancia Aduanera que había apresado una goma en la zona del Estrecho fue acosada por otras de este tipo que trataban de liberarla con maniobras agresivas, teniendo los tripulantes de VA que abrir fuego al aire con sus armas para defenderse del acoso
Desde principios de este año son abundantes las informaciones que reflejan que los medios de la Guardia Civil no actúan por las malas condiciones meteorológicas, otras informaciones, tanto de este organismo como de Vigilancia Aduanera, justifican la inactividad de sus medios por no tener embarcaciones operativas por averías diversas.
En febrero, la Fiscal Jefe Antidroga de Cádiz pedía a Defensa y al Fiscal General del Estado que la Armada interviniera en las operaciones contra las embarcaciones de narcos en el Estrecho, lo que significa que, desde su posición y conocimiento de la situación en la zona, es consciente de la incapacidad de los servicios de la Guardia Civil y de la Agencia Tributaria para controlar la situación en la mar.
Todo ello demuestra la ausencia de la Autoridad del Estado en esas aguas y se convierte en una invitación a actuar para todo tipo de organizaciones de narcotráfico, migración irregular, terroristas y de intereses encubiertos, a los que pueda interesar actuar en una zona tan importante para el tráfico marítimo internacional y sensible para los intereses marítimos españoles, como es el Estrecho de Gibraltar y sus accesos oriental y occidental.
Demostrando a su vez esta Brecha en la Seguridad Nacional, la evidencia objetiva del absoluto fracaso del modelo marítimo civil de Control y Respuesta ante este tipo de amenazas y riesgos en nuestras aguas, inventado a partir de 1986 por el partido en el gobierno.
Mando único Naval
Visto lo anterior, que convierte la situación en el Estrecho en un problema de Seguridad Nacional, deja de ser un asunto policial de narcotráfico, migración irregular y otros actos ilícitos, para convertirse en un problema de control de las aguas en esa zona y por lo tanto la respuesta exige un salto hacia arriba en la respuesta del Estado, que sólo puede venir de la Armada, responsable máxima de la Seguridad Marítima Nacional en las aguas de interés español.
Por lo que creo que esta situación demanda la creación temporal de un Mando Naval que asuma la Dirección, Mando y Control de todos los medios del Estado en la Zona: Vigilancia Aduanera, Servicio Marítimo de la Guardia Civil y Salvamento marítimo hasta que se considere que esta brecha ha sido cerrada y España vuelve a tener el control de estas aguas.
De aquellos polvos estos lodos
Pero a esta situación no se ha llegado por casualidad y, desde hace muchos años, creo que es ampliamente reconocido por toda la comunidad marítima española entre los que se encuentran muchos de los componentes de los organismos de la administración en este ámbito, que el funcionamiento de estos organismos dejaba mucho que desear.
En el año 1987 y con poca diferencia de tiempo, cuatro Tenientes de Navío de la misma promoción tomamos el mando de los cuatro patrulleros tipo Tagomago con base en…