La ministra de Obras Públicas, Jessica López, junto con Matías Pino, meteorólogo de la Oficina de Servicios Climáticos de la Dirección Meteorológica de Chile, realizaron hoy un balance hídrico del primer semestre de 2024, destacando una mejora significativa en la situación de los embalses y la acumulación de nieve en comparación con el año anterior. La situación de los embalses es un 17% mejor que en 2023 y un 14% superior al promedio histórico.
Situación de los Embalses
Durante la conferencia de prensa, la ministra López informó que los embalses en Chile han alcanzado un volumen total de 6.398 millones de metros cúbicos, reflejando una mejora del 17% respecto a 2023 y un 14% sobre el promedio de los años 1991-2020. Especialmente destacable es el embalse Los Aromos, que abastece de agua a la población del Gran Valparaíso y se encuentra en su máxima capacidad, y el embalse El Yeso en la Región Metropolitana, que está al 88% de su capacidad de almacenamiento.
Sin embargo, la ministra señaló que en la Región de Coquimbo, seis de los ocho embalses monitoreados siguen con una capacidad de almacenamiento inferior al 20%. «En la Región de Coquimbo tenemos una infraestructura de embalses muy importante, y que, lamentablemente, es una de las regiones más afectadas por la situación de sequía. Todos los embalses, pese a que han mejorado respecto a mayo, todavía están con una disponibilidad bastante disminuida respecto al tamaño de la infraestructura que tenemos», indicó la ministra López.
Por otro lado, los embalses en las regiones de Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins, Maule y Biobío están mayoritariamente por sobre el 80% de su capacidad. Estas regiones han visto una mejora considerable, con embalses críticos como Los Aromos y El Yeso asegurando el suministro de agua potable a las grandes ciudades.
Acumulación de Nieve y Precipitaciones
Respecto a la acumulación de nieve, la ministra López informó que entre las regiones de Coquimbo y Biobío las precipitaciones de nieve han permitido acortar los déficits respecto al promedio histórico (1991-2020), tanto en altura de nieve como en su equivalencia en agua. Esto ha mejorado la situación de las cuencas monitoreadas por la Dirección General de Aguas (DGA) en comparación con junio de 2023.
El meteorólogo Matías Pino explicó que junio fue un mes con eventos de precipitaciones que también afectaron las temperaturas. Aunque las temperaturas fueron neutras en gran parte del país, se registraron temperaturas extremadamente bajas en el extremo sur, con Puerto Williams registrando 2,7 grados Celsius por debajo del rango normal y Balmaceda alcanzando -21,8 grados Celsius, la temperatura más baja registrada en el planeta Tierra ese día.
Proyecciones y Fenómenos Climáticos
Pino también se refirió a las proyecciones climáticas, señalando que el fenómeno de El Niño ha terminado y que nos encontramos en una fase neutra, que podría estar indicando un enfriamiento en la zona del Pacífico Ecuatorial, sugiriendo un posible fenómeno de La Niña para el trimestre julio-agosto-septiembre. Se espera que las precipitaciones sean inferiores a lo normal en la mayoría del país durante este período, lo que podría afectar la acumulación de agua en las estaciones de monitoreo.
En cuanto a las temperaturas para el próximo trimestre, se espera que las temperaturas mínimas estén por debajo de lo normal en las regiones de Atacama y Los Lagos, lo que indica mañanas más frías. En contraste, las temperaturas máximas podrían ser más cálidas de lo normal en gran parte del país.
La ministra López subrayó que, aunque este ha sido un buen año en términos de acumulación de agua y nieve, la sequía no ha terminado. «Tenemos que esperar al mes de septiembre para visualizar con mayor precisión los pronósticos de deshielo y tener una proyección más certera. Y recordar que todavía tenemos 49 comunas a lo largo del país que tienen decretos de escasez vigente en las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana y Los Lagos», destacó la ministra.
El balance del primer semestre muestra avances importantes, pero también resalta la necesidad de seguir trabajando en la gestión eficiente de los recursos hídricos y en la implementación de políticas que mitiguen los efectos de la sequía en las zonas más afectadas del país.