Según los antecedentes del caso, el hecho ocurrió la tarde del sábado cuando la víctima, identificada como Javiera, salvado conserje y vecino del edificio donde vive el sujeto.
«De algún lado me ataca con el puño por el costado, le pido que detenga el auto. En algún momento el semáforo se pone en rojo, trato de salir, y él me agarra del pelo y mi cabeza golpea el volante. Llegamos al estacionamiento de su casa, allí me jaló del cabello y me arrastró hasta el ascensor”, relató la víctima.
A través de las cámaras de seguridad del edificio, el portero parte observada de la agresión y llamé carabineros, que no tardó en llegar.
«Si los vecinos no hubieran llegado a tiempo y con orden público, creo que me podría haber matado. Literalmente me dijo que me iba a matar y me echaba la culpa del espectáculo y que me iba a pegar si no me quedaba callada», continuó el brutal relato de Javiera.
Leonardo Alache, teniente coronel de la prefectura de Santiago Andes, explicó que «el conserje del edificio entendió lo que estaba pasando a través de cámaras de vigilancia para edificios y ella es la que llama a los carabinieri.»
Una vez en el lugar, los agentes de policía Derribó la puerta de la casa y reprimió al agresor. «Rompieron la puerta con el pie y le rociaron con gas pimienta, porque la persona estaba incontrolable. Javiera estaba en el suelo, sin posibilidad de levantarse y pedir ayuda».comentó Claudia, hermana de la víctima.
Carlos Gutiérrez previamente mantenido un orden de alejamiento por agredir a la víctima.
ella tenia a javier la relación terminó hace dos años Sin embargo El sujeto continuó acosándola.
Como resultado, hace unos meses la mujer Mantuvo protección policial en su casa.
Después de esta nueva agresión, La víctima quedó con la nariz fracturada signos de estrangulamiento y otras lesiones graves, hasta el punto de que un informe médico concluyó que era la víctima Feminicidio frustrado.
Carlos Gutiérrez se formalizó, se quedó Prisión preventiva en el penal Santiago 1.
«Quiero que esta pesadilla termine» dijo Javiera, quien reza para que su agresor esté permanentemente tras las rejas.