Aluviones en el Cajón del Maipo llegaron a 256 en junio – Desenfoque.cl



Las intensas precipitaciones de junio dejaron 256 aluviones en la Cuenca Alta del Cajón del Maipo, lo que llevó a un grupo de expertas y expertos a una investigación científica con el interés de comprender el comportamiento del evento hidrometeorológico y su impacto desde diferentes aproximaciones metodológicas.

“El objetivo general fue identificar los principales cambios geomorfológicos provocados por el evento de junio de 2023, así como los impactos en la población y los principales requerimientos científicos por parte de autoridades locales y regionales frente a la amenaza de crecidas”, señala el informe en medio de un evento que contó con la participación de la ministra de Desarrollo Social y Familia, Javiera Toro, autoridad a cargo de la recuperación de las zonas afectadas por las lluvias de junio y agosto, el director director del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres, CIGIDEN, Rodrigo Cienfuegos y los investigadores CIGIDEN, Jorge Gironás, Manuel Contreras y Katherine Campos.

256 REMOCIONES EN MASA

En el caso de la Cuenca Alta del Río Maipo Central, se realizó un trabajo de terreno de ocho días en la comuna de San José de Maipo de la Región Metropolitana de Chile. El objetivo de este trabajo de terreno fue detectar las remociones en masa tipo flujos (aluviones) desarrolladas, además de describir sus depósitos asociados a causa del desarrollo de la tormenta que afectó a Chile Central, en la fecha ya mencionada.

Este terreno -que  también se consideró la detección y ubicación de otras amenazas como deslizamientos, caídas de rocas e inundaciones- fue liderado por la doctora © en geología UCN e investigadora CIGIDEN, Francisca Roldán, quien junto a su equipo identificaron 256 puntos de activación de remociones en masa tipo flujos, 553 surcos de erosión superficial (incisiones), 19 deslizamientos (originados y/o reactivados), 16 puntos de caídas de rocas y 16 puntos medidos de inundación fluvial.

Estos datos, comparados con catastros anteriores, revelaron que hubo una sobresaturación del suelo, por la duración e intensidad de las precipitaciones que, estiman, tuvieron un retorno que va entre los 50 a 100 años. Además, las altas temperaturas desarrollaron un deshielo en las altas cumbres. El efecto de la Isoterma 0°C, en tanto, influyó en una mayor captación de aguas lluvias, aumentando la posibilidad de que se active el desastre.

Sobre el comportamiento de los aluviones que se activaron en el sector, Francisca Roldán detalla que “en general, el primer pulso es bastante destructivo y viene a alta velocidad, transportando el material y finalmente, hay una la última etapa más fluvial, que permite su llegada a zonas urbanas y caminos”.

Puntos de emergencia

Por su parte, la investigadora principal de CIGIDEN y directora del Departamento  de Ingeniería y Gestión de la Construcción UC, Alondra Chamorro, identificó en terreno y  junto a su grupo de trabajo, los daños en el camino “El Volcán”.

El catastro que se llevó a cabo en conjunto con la Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas (MOP), identificó 11 puntos de emergencia, de los cuales 10 presentaron daños graves y entre los que destacan puentes y calzadas.

Sobre la operatividad de la red, dos puntos sufrieron interrupción total, cinco estuvieron parcialmente operativos y cuatros funcionaron en su totalidad pero con daños evidentes.

A juicio de las y  los expertos y en base a los datos recopilados en terreno, los aluviones, flujos de detritos y deslizamientos de taludes, fueron los principales responsables de los  cortes de caminos.

Estos resultados serán utilizados para la plataforma de Gestión del Riesgo en redes viales SIGER-RV, cuyo fin es modelar el riesgo de desastre en los caminos, según la amenaza natural a la que están expuestos (sismos, erupciones volcánicas y eventos hidro-meteorológicos) y convertirse en una herramienta para los tomadores de decisión.

“La infraestructura crítica son sistemas que cada Estado define como un ámbito de gran importancia, para asegurar la calidad de vida de la sociedad y del medio natural”, recalca la investigadora, agregando que “a nivel mundial, la de transporte es una de las más fundamentales porque es la conexión con los otros sistemas”. La red vial es el espacio por donde Chile se comunica y transporta bienes por esto “dependemos críticamente de esta red, ya que en Chile nuestro esqueleto”.

Reacción ante la emergencia

Las comunas de San Antonio y Santo Domingo están ubicadas en la desembocadura de la Cuenca del Río Maipo, dónde las y los científicos de CIGIDEN observaron cambios geomorfológicos producto de las lluvias e inundaciones. Uno de los más llamativos fue la completa desaparición de la playa en San Antonio.

Asimismo, la doctora © en Sociología UC e investigadora de la línea “Cultura del desastre y gobernanza del riesgo”  de CIGIDEN, Valentina Acuña, estuvo a cargo de encuestas y entrevistas a actores claves para entender cómo fue la reacción de la comunidad y sus autoridades durante este evento.

Según el informe, los agricultores que están cercanos a la desembocadura del Río Maipo, sólo alcanzaron “a sacar sus animales y maquinaria agrícola, pero la pérdida de las cosechas y cercos fue inevitable”.

No obstante, en el documento se destaca la coordinación ejecutada entre delegación presidencial y unidades de gestión del riesgo municipales durante la emergencia.

Aprendizaje y recomendaciones

Mejorar el acceso vehicular, en sectores donde se activan las cuencas, mejorar y mantener la estructura de los reforzamientos aluviales laterales y tomar medidas que regulen y limiten el tránsito vehicular en el sector de “La Obra”, son algunas de las recomendaciones para la Gestión del Riesgo en la Cuenca Alta del Río maipo, es decir en el sector aledaño a la comuna de San José de Maipo.

En este sentido, se señala la importancia de que los Planes Reguladores Comunales actualicen la información, con el objetivo de proteger la zona urbana que esté en la cercanía del cauce principal.

Para las áreas ubicadas en la desembocadura del Río Maipo, en tanto, se sugiere realizar nuevos estudios de riesgo en torno a inundaciones originadas por desborde de cauce e incorporar protocolos de evacuación, además de mejorar los Instrumentos de Planificación Territorial. Asimismo, robustecer el sistema de monitoreo de los niveles del río, su desembocadura y aumentar el número de estaciones pluviométricas, junto con mejorar su distribución.

Sobre el cuidado del ecosistema de la desembocadura, proponen progresar en la fiscalización de la extracción de áridos en cauces, además de avanzar en el desarrollo de planes de recuperación de ecosistemas degradados por causas antrópicas.

Para las investigadoras e investigadores de CIGIDEN, la importancia de abarcar esta área tiene que ver con su relevancia estratégica para la capital del país, ya que contiene zonas mineras relevantes y sus recursos hídricos que sustentan al 80% del Gran Santiago.

“Creemos que rescatar aprendizajes de experiencias previas de desastres puede colaborar en “reconstruir mejor”, no sólo restableciendo las pérdidas, sino que, también creando las condiciones para evitar la ocurrencia de futuros desastres, abordando la mitigación desde obras de infraestructura y el mejoramiento de la calidad de vida de la población para reducir su vulnerabilidad social. Esperamos que los Informes post desastre que hemos publicado sobre las Inundaciones de junio 2023, contribuyan con este propósito”, plantean las y los autores del informe.



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